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Resumen de LA VERDAD SOBRE EL CASO SAVOLTA (LIBRO) EDUARDO MENDOZA

El escritor español Eduardo Mendoza recibió el Premio Cervantes, el reconocimiento más prestigioso de la literatura en español, el autor de setenta y tres años lanzó una nueva fase en la narración en español con el libro «La verdad sobre el caso Savolta» (1975), que recuperó la alegría y el interés de los lectores por las historias. Mendoza es considerado uno de los escritores españoles más respetados, aquí te presentamos un Resumen de su libro.

La verdad sobre el caso Savolta

«La verdad sobre el caso Savolta», de Eduardo Mendoza

La primera novela de Eduardo Mendoza, fue publicada en 1975 bajo el título de «Soldados de Cataluña». Sin embargo, debido a las sospechas de censura del régimen de Franco, el título fue cambiado a «La verdad sobre el caso Savolta», en la novela, el autor de Barcelona utiliza un formato de suspenso para contar la historia del asesinato de un industrial catalán llamado Savolta, enriquecido por el tráfico de armas en la Primera Guerra Mundial.

La verdad sobre el caso Savolta hace un análisis crítico del ambiente económico, político, social y cultural de Barcelona en ese momento, contrastando el mundo burgués con incipientes movimientos de trabajadores, cuando el general Franco murió pocos meses después de que la novela La verdad sobre el caso Savolta viera la luz del día, se convertiría en un precursor simbólico de la transición democrática, obra de gran renombre, ganó el Premio de la Crítica de 1976.

La verdad sobre el caso Savolta acontece de una narración policial en investigación política. Mendoza rehace la conmoción sediciosa acontecida en Barcelona, esto en el tiempo entre el año 1917 y 1919, tiene que ver de una demostración complicada en un marco histórico encantador, la Barcelona de 1917 con altas elevaciones de bienestar burguesa, pero con una clase trabajadora que acariciaba la miseria y el hambre, parece que los actores aspiraran a ser tipos característicos del momento histórico y la novela La verdad sobre el caso Savolta, un instrumento histórico y social de la época.

El secretario legal Javier Miranda, que trabaja para el abogado en la sombra, Cortabanyes, es elegido por el director de Savolta Lepprince como un intermediario involuntario en la organización de la violencia contra los líderes sindicales y los agitadores en el lugar de trabajo, luego, un periodista de investigación con el que se hizo amigo es asesinado, y poco después comienzan los asesinatos de los directores de la compañía Savolta y el inspector de policía que lo investiga demasiado agresivamente se encuentra transferido primero a Marruecos y luego a Guinea.

La verdad sobre el caso Savolta

El resultado es una historia convincente y un vívido retrato de Barcelona al final de la Primera Guerra Mundial, fracturado por divisiones de clase severas y sacudido por los disturbios sociales, la verdad sobre el caso Savolta se publicó en 1975 como La verdad sobre el caso Savolta y refleja algo de la turbulencia de la transición de España a la democracia, pero sutilmente.

Un abogado igualmente resbaladizo, Cortabanyes, es un agente ambiguo para los dueños de las fábricas, un papel que enmascara con simpatías populistas; Mientras tanto, su asistente, el idealista romántico Javier Miranda, está siendo engañado en un matrimonio blanco con la amante de Lepprince al mismo tiempo que está siendo alimentado, lo que lleva al asesinato de un periodista que parecía estar involucrado en los tratos de los comerciantes de armas y ese enlace es la policía.

Nemesio Cabra Gómez no era estúpido y sabía que si los de arriba podían poner en sus manos a los de abajo por medio de la policía, los de abajo también podrían usar los mismos medios, aunque requeriría más esfuerzo y mucho tacto y las formas cada vez más ingeniosas que adopta su tema, la deshonestidad y ese enlace es la policía.

La verdad sobre el caso Savolta

Marco histórico y social

Mendoza da a conocer su libro La verdad sobre el caso Savolta entre 1917 y 1919, un tiempo muy complicado en Barcelona y Cataluña, la riqueza, que ha almacenado grandes capitales durante la primera guerra mundial (1914-1918), gracias a la adecuada imparcialidad, ve como se agrietaba el mando económico desde el fin de la guerra y observa atemorizada unas sacudidas sociales, reconocidas por la grave crisis que se acerca y los bajos salarios, los cuales traerán como consecuencia un paisaje de despidos, protestas e incluso crímenes.

El movimiento obrero catalán es muy enérgico en esta estación, y aunque su disposición competitiva es apolítica, el anarquismo se empezaba a notar y a infiltrarse, la oposición entre jefes y trabajadores desembocó en una lucha de clases, marcada porque los primeros se veían en quiebra y los segundos, encaminados por revolucionarios, creían llegado su momento, los mandos procedían de acuerdo con las empresas, con lo que el clima social logró gran violencia, con la mediación de asesinos a sueldo y terroristas anarquistas, el escenario llegó a ser indefendible, donde dirigentes colectivos fueron liquidados.

Elementos

Javier Miranda, intérprete y cuentista fue testigo del «caso Savolta», con la irregularidad más aparente que real de algunas órdenes, cuenta una historia con presentadores reales, la situación histórica de ese instante y el argumento llamado «Barcelona Traction» que puso repleta las portadas de la época con el homicidio nunca determinado de un mecánico.

La novela La verdad sobre el caso Savolta está fraccionada en dos partes bien distintas en distribución y complicación, la primera, a su vez, se dispone de cinco partes constituidas en series narrativas o fragmentos hasta un total de 111, la segunda muestra diez capítulos que consiguen un total de 73 sucesiones, es importante saber que a partir del capítulo VI, secuencia 53, el cuento es lineal hasta el final del libro La verdad sobre el caso Savolta.

El cuento de Javier Miranda sale a la luz, como pretexto intelectual, de sus creencias ante un magistrado norteamericano, el magistrado Davidson, a partir del diez de enero de 1927, por razones que podrá notar el lector en el transcurso de la novela La verdad sobre el caso Savolta, es, por tanto, una recreación de la retentiva de la protagonista que, acorde a las técnicas simultáneas, demuestra su compleja organización y su anarquía temporal.

Resumen

El protagonista quien fue Javier Miranda, se trata de una persona que viaja a Barcelona en los comienzos del siglo XX en busca de un empleo, empieza en una oficina de abogados a cargo de Cortabanyes y de manera rápida conoce al que será su instructor, el apoderado francés Paul André Lepprince.

La obra cuenta los oscuros acontecimientos que sucedieron con Lepprince, por la codicia de tener poder, asimismo tiene que ver con el tema del amor, junto con la incomprensible y espectacular María Coral, ella es quien vuelve loco de amor a Lepprince, el contenido termina con grandes removidas de los obreros en Barcelona y con el fallecimiento de Lepprince en raras circunstancias, después de este acontecimiento, Miranda cambia con su esposa a la ciudad de Nueva York.

Primera parte

Para comenzar esta historia dramática nos disponemos a comentar 5 capítulos muy interesantes que contribuyen a atrapar al lector en tan interesante relato.

Capítulo 1

Este capítulo es uno de los más difíciles, donde el cronista muestra, por decirlo de alguna forma, a los primordiales personajes en sus diferentes escenas, las combinadas secuencias se van entrometiendo y sobreponiendo en un perfecto acoplamiento como si todos los hechos existieran puestos en un mismo plano de tiempo.

Las concernientes al desarrollo del cuestionario de Miranda son como la continuidad de la narración, que en resumen tiene que ver con lo siguiente: Después de emitido un artículo de Domingo Pajarito de Soto en La voz de la equidad, Lepprince, dirigente de la empresa Savolta, decide relacionarse con él, por estos contactos el cual se realiza en el despacho del abogado de Cortabanyes, además relacionado con la empresa Savolta, donde labora Javier Miranda, quien desde ese instante ayudará a Lepprince.

Por el motivo de la protesta, Javier toma la decisión de contratar a dos asesinos, dos fornidos que escoltarán en un número de sala de fiestas a María Coral, la cual es gitana de gran protagonismo en la fábula, para que den un desengaño a los dirigentes de dicha protesta, ellos proceden y la protesta es un total fracaso.

Miranda, mientras se ve envuelta entre la ayuda con Lepprince y el afecto con Pajarito de Soto y su mujer Teresa, como contrapunto a esta historia sale a la luz una celebración de fin de año en el hogar de Savolta y la afirmación jurada y escrita por mandatario Vázquez donde se expresan las primeras impresiones acerca de los sucesos del «Caso Savolta».

Capítulo 2

Para resumir se puede decir que se acomoda de dos series, una referente al segundo cuestionario del juez a Miranda, y la otra donde el intérprete conmemora en un brinco atrás su trabajo en el despacho, sus relaciones con Pajarito, su relación inseparable con Teresa, el adeudo de Lepprince a Pajarito de efectuar una indagación sobre la compañía Savolta, una extraordinaria representación de los distritos adyacentes de Barcelona, el encierro de Lepprince a Pajarito y el fallecimiento de éste en sospechosa circunstancias.

Capítulo 3

Conserva la complicación del primero, mediante el hilo guía de la interpelación del juez a Miranda, persiste contando la amistad de Miranda con Lepprince luego del fallecimiento de Pajarito de Soto, cada vez más consecuente, hasta el punto de ser llevado hasta su casa; de esta manera se continúa la creencia del comisario Vázquez y, en un salto atrás, las pláticas de Miranda con Pajarito de Soto, el cual le pone en contacto con una célula revolucionaria.

Sin embargo, la narración tiene que ver de manera muy especial en la fiesta de Savolta, que llega a su apogeo al final del capítulo, en el momento en que el apoderado es liquidado a tiros al frente de sus invitados.

Capítulo 4

Muestra una mayor disposición razonable, con la irregularidad de dos series de Miranda ante el juez, otra que extiende la creencia del comisario Vázquez, otra en que Cortabanyes narra la historia de la empresa Savolta y otra que acumula unas cartas de Claudedeu (directivo de Savolta); el resto de las series constituyen un contrapunto electivo exacto.

Por un lado, Miranda habla del entierro de Savolta, la promoción de Lepprince a la cúpula de la sociedad y su plan de boda con María Rosa Savolta, la visión de un nuevo actor, Max, acompañante de Lepprince, el crimen de Claudedeu y el atentado hacia Lepprince por parte de Lucas el Ciego; por otro, un cronista supuestamente erudito en tercera persona hace entrar en escena a un nuevo personaje, Nemesio Cabra Gómez, espía de la policía, el cual poseerá un lado importante en esta dramática historia.

Capítulo 5

Junto a series que enlazan con los capítulos primeros capítulos (afirmación de Miranda ante el juez), este capítulo nos muestra una creciente consolidación de Miranda en la leyenda: Vázquez persigue los pasos de Miranda y de Lepprince, pero el comisario es expatriado a Tetuán; Lepprince contrae nupcias con María Rosa Savolta y Miranda se adentra en un escenario personal horroroso que le exige viajar a su tierra, Valladolid.

Continúa la caricaturesca historia de Nemesio Cabra y algunas series reproducen el mensaje entre el comisario Vázquez y el sargento Totorno, que le mantiene informado de las primicias del caso.

Segunda parte

Todo lo que se refiere a esta historia da un giro a partir de este momento en su distribución, sorteando la confusión de manera indudable, no obstante, pueden separarse dos bloques, uno del capítulo 1 a 5 y otro del 6 al 10.

Capítulo 1 al 5

Nos muestra la composición de tres relatos que van cambiando casi paralelamente en las series, el primero narra cómo Miranda entra en contacto de nuevo con María Coral, a la que ayuda en instantes muy difíciles, a su vez se evidencia la propuesta de Lepprince para que se enlace con ella proponiéndole un buen encargo, con lo que él la conserva como amante; Miranda accede, pero su matrimonio, su viaje de novios y su vida con María Coral son una catástrofe, sólo la salva su amistad con Lepprince y María Rosa Savolta.

La segunda narración ocupa como argumento una fiesta en la residencia de los Lepprince, allí María Rosa organiza la fiesta, va recibiendo a todos sus invitados (entre los cuales están los Reyes de España), pero Lepprince tiene que enfrentar los primeros inconvenientes de la quiebra de la empresa y el desafío de Pere Parells, uno de los socios, que morirá asesinado en el capítulo 5.

En la tercera narración se verá algo muy importante, es un salto en el tiempo: la narración cuenta la historia pasada de Nemesio Cabra Gómez en el instante en que conoce a Pajarito de Soto y presencia su muerte, es localizado por Parells y pretende notificar a unos conocidos revolucionarios del peligro, en el están difamados de la muerte de Savolta, que serán ejecutados en Montjuic y al delegado Vázquez de todo lo que sabes sobre el asunto, este tercer cuento explica puntos tenebrosos de la primera parte.

Capítulo 6 al 10

Todos estos capítulos conforman una leyenda rectilínea, series inmediatas, que alcanzarán la terminación de la novela La verdad sobre el caso Savolta, los sucesos se precipitan, en el capítulo 6, una serie, Miranda sobrelleva un ambiente impaciente con María Coral donde le declara sus amores con Lepprince y es por esto que pretende quitarse la vida.

El capítulo VII, cinco series, habla sobre la restitución de María Coral, sus simpáticas relaciones con Lepprince en casa de Miranda y su huida con Max, acompañante de Lepprince, que no es otro que un funcionario alemán, en el capítulo 8, siete series, Miranda hostiga en el coche de Lepprince a Max y María Coral; su encuentro es trágico: Max le arrebata el coche, desaparece, se mata y María Coral desaparece.

En el capítulo 9, ocho series, Javier narra la búsqueda inútil de María Coral, una protesta ordinaria en Cataluña, su regreso a Barcelona en un vehículo con siete mujeres (predicadoras del amor libre), la quema en la compañía Savolta donde fallece Lepprince, su inspección a María Rosa Savolta, la súbita aparición de Vázquez en la casa (el cual cuenta la historia de Nemesio Cabra y su traducción meticulosa sobre el caso Savolta), la visita de Cortabanyes y la copia de una carta final de Lepprince que guarda el abogado.

Lepprince muestra su seducción con detalles inseparables hacia Miranda, que no concierne a su clase social, al que trata con repetición como un amigo, y muestra una ternura lejana en casi todos los restantes personajes: por ejemplo, en un instante comprometido le señala a Miranda que ya están a punto de emprender la primavera por el semblante de los árboles en las calles de Barcelona.

En otros momentos muestra su perspicacia con frases que atrapan a sus participantes, como cuando dice, por ejemplo, para exponer su acotación sobre un personaje “el hombre solo ha inventado una docena de máscaras”.

El capítulo 10, finalmente, brinda en una sola serie la terminación de la historia de Miranda y María Coral y acopia una carta de María Rosa Savolta a Miranda, que explica, entre otras cosas, el porqué de sus afirmaciones ante el juez Davidson, como desenlace de esta prueba, podemos mostrar que hay en el libro “Dos Novelas Distintas”, por un lado, Mendoza brinda un paisaje político y social de Barcelona en un tiempo dificultoso y fuerte de su historia.

En este capítulo se toma como ejemplo una compañía constructora de armas, poderosa en un primer instante gracias a sus envíos a Francia, y acercada a la calamidad económica al final de la guerra entre aprietos profesionales, protestas, mediación de pistoleros y funcionarios alemanes, contención de sindicalistas del anarquismo y atentados de insegura autoría; de otro, el suceso personal de Javier Miranda, verdadero cabeza de turco, cuya historia tiene mucho de novela dramática y novela de acción.

Clases Sociales

En este libro «La verdad sobre el caso Savolta» lograras observar una historia que enseña una Barcelona en todos sus niveles sociales, desde la alta burguesía hasta sus niveles más inferiores, conoceremos los personajes de esta historia según sus niveles sociales:

Alta burguesía capitalista

En esta clase podrás observar aquellos personajes afines con la empresa Savolta, socios y directivos (Savolta, Pere Parells, Claudedeu y Lepprince), todos ellos conservan una inclemente habilidad de aprovechamiento a base de maniobras, maniobras y trampas sin miramientos, mención aparte alcanzan las mujeres (Rosa Savolta, María Rosa Savolta, Neus Claudedeu y la Sra. Parells), dóciles a sus maridos y atentas sólo a conservarse en el buen estatus social.

Clase media-funcionarios

Este conjunto de personajes que se están a la sombra del trabajo social, los cuales incluyen:

  • Al abogado Cortabanyes
  • A los policías comisario Vázquez
  • Al sargento Totorno
  • Al doctor Flors

Clase social asalariada

Esto es una pequeña muestra de varios testigos, inocentes algunas veces (Miranda) y sigilosos otras (Perico Serramadriles y la Doloretas) que miran cobardes o inalterables los acontecimientos y a veces se ven comprometidos.

Proletariado

En el polo opuesto a la burguesía están los actores del proletariado, el lector llega a conocer muy bien a los actores de la burguesía pero apenas tiene  el momento de enfrentarse a algunos de los personajes trabajadores, que proceden en la novela La verdad sobre el caso Savolta como un colectivo.

Muy aparte alcanzan Domingo Pajarito de Soto, que no pertenece fielmente al proletariado, pero sí está atada a él su trabajo intelectual; su mujer, por la desventurada vida que lleva y Lucas «el Ciego», pistolero de la clase obrera.

Lumpen proletariado

Se considera como una clase social ínfima, desharrapada la cual tiene como objetivo principal buscar ante todo el propio sostenimiento: Nemesio Cabra Gómez, Rosita la idealista, los forzudos matones, las prostitutas del cabaret y sus clientes».

Personajes más destacados

Aquí vamos a conocer más de cerca todos y cada uno de los personajes más relevantes de este importante libro de Eduardo Mendoza La verdad sobre el caso Savolta.

Javier Miranda

Cuando estudiamos este personaje nos damos cuenta que es inseguro, despistado, ignorante del sentido de sus adecuadas acciones y de su estado de ser manipulado por los demás, resulta de igual manera como testigo de los sucesos ya también resulta implicado en varios casos en relación con personas de uno y otro grupo, pero nunca inmiscuido con nada.

Hasta su compromiso conyugal se maneja por razones económicas y sociales y su pensamiento es contradictorio, al tiempo simpatiza con el movimiento trabajador y se alucina ante las apariencias que le brinda Lepprince.

Paul André Lepprince

Lo que Miranda tiene de bondadoso y noble, Lepprince lo tiene de resbaloso y traidor, resulta un personaje seductor, es de nacionalidad Francesa y de madre española, llega a Barcelona en el año 1914 y después se le conoce en los más distinguidos círculos por su vivacidad y gentiles maneras, donde muestra destrezas poco comunes para desenvolverse en todos los ambientes sociales: conquista a Savolta, alucinando a las mujeres.

Los únicos que sospechan de él son el comisario Vázquez y Pere Parells, que revela sus trampas en la empresa. Lepprince se irá convirtiendo en el centro de la trama con sus amores secretos, codicias de poder, maniobras económicas y políticas, coacciones y chantajes.

El antagonista y primordial motor de la narración además reúne elementos populares y se acerca a lo arquetípico y lo sorprendente. Lepprince es el motor del ejercicio y un imitador profesional, no solo por lo que se nos cuenta sobre sus aventuras, sino además por datos secundarios, sabemos muy poco de él, nada de su pasado, y solo se reduce su imparable promoción social, y su capacidad para personificar un papel y mentir.

Sus palabras a veces implican ser únicas, y así, cuando Miranda entra por vez primera a su hogar y se fija en un cuadro, su amo le advierte “de que se trataba de una genuina reproducción de un Monet”, es decir, para él la copia ya es lo legítimo y por tanto convendríamos inquietarnos por concepto de realidad; pero asimismo hay que señalar su enorme destreza y capacidad de ajuste, como símbolo del capital y del poder, y quizá por ello carecería de nombre propio y sería solo “el príncipe”.

Domingo Pajarito de Soto

Pajarito es un soñador muy característico, por un lado, expone su vida de manera sensata por la lucha trabajadora descubriendo las dificultades de la empresa Savolta; pero, por otro lado, sus ansiedades sociales suministran sólo desamparo a sus seres colindantes: mujer e hijo. (Rana) Su mujer piensa de él que es oscilante entre instantes de una dominante creatividad y repentinas depresiones.

Nemesio Cabra Gómez

Es un personaje que resulta cómplice de la policía y de todo aquel que pague bien sus servicios, es un astuto que termina en la locura del arrebatado.

María Coral

La gitana María Coral es un intérprete incomprensible cuya existencia diseña una fuga invariable de la miseria aún a costa de prostituirse, los golpes de la vida la han convertido fría, calculadora y amante de la seducción que es precisamente lo provoca su belleza, concurren en ella semblantes de personaje romántico: comienzo oscuro, singularidad, belleza» y además de personaje romántico: atosigada vida sentimental, improperio honesto y espiritual».

El comisario Alejandro Vázquez

Alejandro Vázquez debe mucho a lo que se refiere a la ficción policial norteamericana, el cual personifica al buen policía, cuya actividad competitiva llega a trascender molestia al poder y tolera una purificación.

María Rosa Savolta, Teresa y Rosita la idealista

Se puede decir que estas tres mujeres conforman en su conjunto los tres anillos de las clases sociales de la novela La verdad sobre el caso Savolta: María Rosa, el burgués; Teresa, el proletariado, y Rosita, el lumpem proletariado.

María Rosa Savolta personifica la excelente educación burguesa, es una chica habituada a vivir sin inconvenientes, cuando la situación financiera es hostil, su propio abandono la transporta a la locura, es frágil y fina, una niña atemorizada que busca en el amor la salida importante y cae en las manos de Lepprince.

Teresa es la mujer indefensa que trae en sus hombros junto a Pajarito una vida de sorpresas, asimismo busca en el amor la solución a su abandono, no obstante, será la suya una salida fracasada por la cobardía de Miranda.

Rosita la ilusa es un fruto de la separación social. Prostituta, relacionada con el revolucionario Julián, ayuda a la inclinación obrera y da a conocer su piedad con el ciego Basilio y se lamenta por la situación de Nemesio.

Cortabanyes, Claudedeu y Parells

Constituyen parte del poder de la empresa Savolta, el primero como abogado y los otros como dirigentes, en la oficina de Cortabanyes poseen lugar relaciones y maniobras esenciales. Claudedeu, director de personal de Savolta, y Parells, adjunto fiscal de la empresa, personifican a los capitalistas, el primero más moderado y el segundo más generoso, ambos poseerán un final impetuoso, uno bajo los disparos revolucionarios y el otro por la ejercicio de los esbirros de Lepprince. Parells es significativo en la narración, llega a conocer las estrategias de Lepprince y eso le trasladará a la muerte.

Otros personajes

Ya hemos mencionado varios personajes, pero uno que no es común entre los demás es Max, el acompañante de Lepprince; los acompañantes de Miranda en el trabajo de Cortabanyes: Perico Serramadriles y la Doloretas (cuidado a su vida, serie 55 de la segunda parte y la similitud con el final de María Rosa Savolta); Julián y su conjunto de revolucionarios».

Asimismo, salen a la luz menciones a personajes auténticos de la época como Cambó, Maura o el rey Alfonso XIII.

Espacio, tiempo, estructura

La verdad sobre el caso Savolta posee una edificación en forma de pirámide, debido a que sus series narrativas, compuestas en un principio, van remontando hasta su cúspide final sometiendo su complicación y contrapunto hasta convergir en una sola labor, que mantiene un camino directo y explica, como en toda novela de confabulación, la trama preliminar en La verdad sobre el caso Savolta.

Como en un excelente acoplamiento cinematográfico, Mendoza va ajustando fragmentos de toda la narración, colocándolos en unos espacios y tiempos determinados, el escritor tiene constancia en que todos queden inscritos con claridad y así los descubra el lector.

Una aventura urbana

Exclusivamente en cuatro instantes argumentales, la novela de Mendoza La verdad sobre el caso Savolta, se despliega en Barcelona, positiva intérprete, los cuatro instantes son, por orden de visión, la sala del juzgado del estado de Nueva York, ante la que presta afirmación Javier Miranda; la ciudad de Valladolid, adonde viaja el intérprete de la serie final de la primera parte por salir de un mal escenario emocional.

El hotel donde se encuentran su viaje de novios Miranda y María Coral y el viaje de seguimiento que ejecuta Miranda tras los pasos de Max y María Coral por el departamento de Lérida, en los Pirineos, cruzando por Cervera, Balaguer y Tremp, términos que narra con gran minuciosidad.

Centrados ya en la ciudad de Barcelona, es importante tener en cuenta la destreza de Mendoza para maniobrar por los heterogéneos espacios de la obra, que se convierten en emblemas y representación de las metamorfosis y disputas sociales de la época.

Distinguir varias zonas de la cuidad

Primero que nada, el centro de la ciudad, el cual está ubicado en la Plaza de Cataluña, las Ramblas, zona frecuente a todas las clases sociales donde acontecen sucesos históricos notables, el ensanche, poblado de clase media trabajadora y funcionarial, con sus delegaciones, aquí están las oficinas de Cortabanyes y el hogar familiar de Miranda.

La parte más enaltecida de la ciudad, la cual es un espacio donde se ve mucho la burguesía y donde se sitúan la mansión de Savolta y la nueva residencia de Lepprince, una vez comprometido, el círculo de los trabajadores tienen que ver con barrio politizadas en la época, en las que se combinaban manufacturas, casas productoras, agrupaciones sindicalistas y revolucionarios y particulares de diversión.

En la parte vieja de la ciudad además se hallan la casa de Doloretas, el albergue Mérida, la diversión nocturna de Miranda y Perico y la danza de Javier con Teresa.

Sucede con estas divisiones que son herméticas sólo en una orientación, la clase trabajadora no tiene acceso a meterse en el espacio de la clase eminente, pero ésta sí entra en el perímetro de los perjudicados, así Lepprince y Miranda van a un garito y Pere Parells se audiencia con Cabra en la taberna.

Asimismo estos grandes círculos, en la novela La verdad sobre el caso Savolta rescatan un papel más revelador espacios pequeños como la taberna, el Liceo, las viviendas».

El tiempo y su organización

La historia sobre el Caso Savolta se despliega entre el año 1917 y el año 1919, el autor tiene verdadero provecho en emplazar la acción renacentista de modo meticulosa, son muchas las menciones históricas.

Se acuerda anotar que en cuatro momentos la novela La verdad sobre el caso Savolta se sale del marco estacional agudo, la primera y más resaltante es la que presenta el narrador Miranda como punto de salida de su relato, el instante en que recuerda los hechos, que concuerda con sus declaraciones ante el juez Davidson del 10 de enero al 6 de febrero de 1927, casi diez años después de los hechos, lo que explica sus dudas e incertidumbres.

La segunda en importancia es la que estampa en el «affidávit» facilitado por el comisario Vázquez ante el diplomático de Estados Unidos por la misma razón que Miranda el veintiuno de noviembre del año 1926, la tercera tiene que ver con el capítulo final del libro La verdad sobre el caso Savolta, en la misma fecha que la primera, en la que Miranda cuenta transitoriamente su vida en los últimos diez años y recibe la carta de María Rosa Savolta, la cuarta, menciona la muerte de Doloretas en el año 1920, cuando Miranda está ya en América.

Conviene de esta manera indicar que las fechas puntuales son las que figuran en escritos, títulos y afirmaciones; en cambio, rara vez el narrador precisa el dato renacentista en su recuerdo, efecto buscado por el narrador para dar probabilidad al relato, que explica algunos trastornos cronológicos.

Diferenciaremos, de acuerdo con las dos partes de la novela La verdad sobre el caso Savolta, dos sitios estacionales: el primero se desarrolla desde el 8 de octubre de 1917 hasta el año nuevo de 1919, final de la primera parte, con tiempos disantos, 1917 y 1918, apartados por el crimen de Savolta; el segundo, conquista todo el año 1919 y concuerda con la segunda parte.

El propio Miranda no es crítico y no está dispuesto a sacudir el bote, pero se ve involucrado personalmente en el caso Savolta y el oscuro mundo subterráneo de Barcelona a través de un enlace con una bailarina gitana, parte de su historia en La verdad sobre el caso Savolta se cuenta a través de documentos (declaraciones y transcripciones de un caso legal posterior, cartas, informes de periódicos) y parte de ella en primera persona, mientras que otras narraciones son presentadas por un narrador omnisciente. La estructura de mosaico se extiende a la variación en el tono y la manera y al uso de elementos de los géneros de misterio y romance.

Procedimientos narrativos

Los procedimientos narrativos practicados por el autor «La verdad sobre el caso Savolta» reúnen varias técnicas como las que le mostramos a continuación:

Tradición y renovación

La novela tradicional sitúa en primer plano la confabulación, el orden narrativo de los hechos y el claro método de los personajes. Mendoza logra conservar estos objetivos, pero a la vez colaborando con múltiples innovaciones, todos los acontecimientos están adecuadamente explicitados para que no quede una abertura de incertidumbre y los personajes tienen una obligación muy evidente en la historia y rescatan un papel determinado en la trama.

Un propósito que se ve como prioridad en la novela tradicional es brindar una tradición que, aun sabiendo el lector, que es pura fantasía, presente tales aspectos de realidad que llegue a ser creíble, dos manuales narrativos entran ahí: la retentiva y los documentos, la memoria forma el motor narrativo de la novela. Miranda hace progresar de modo gradual su relato a partir del cuestionario del juez, los documentos interpuestos son letras de la narración que aumentan aún más la realidad de la historia.

Técnicas contemporáneas

También el autor emplea técnicas contemporáneas como son la anarquía y los brincos temporales. Mendoza muestra crónicas que se van barajando entre sí, de modo que en la primera parte se intercalan la fiesta de Nochevieja, las afirmaciones ante el juez, la leyenda sobre Pajarito de Soto y Teresa, el cuento del comisario Vázquez, el chisme de Nemesio Cabra, la relación entre Lepprince, Miranda y María Coral, etc. y en la segunda la leyenda de Nemesio, la celebración en casa de Lepprince y la ocurrencia de Miranda.

Por una parte, la novela muestra un punto de vista compuesto, ya que el lector absorbe varias adaptaciones narrativas; así dan su punto de vista Miranda en sus afirmaciones y en su fábula, Pajarito de Soto en sus artículos, el comisario Vázquez en su trabajo y en su definición final, el sargento Totorno en sus mensajes, Nemesio Cabra Gómez en sus indagaciones» Un perspectivo que beneficia la explicación adecuada de la realidad y que descarta la presencia del narrador erudito.

Aun así, de todas maneras, la forma moderna más llamativa de la novela es el acoplamiento de secuencias, de claro origen cinematográfico, los fragmentos van encajando de modo sorprendente desde un efectivo acertijo argumental hasta una unidad de acción fusionada.

Las personas narrativas

El perspectivismo lleva inevitablemente al respeto de las personas narrativas, en primer lugar es importante tener en cuenta, que en la novela están varias voces cronistas: los artículos de Pajarito, las pláticas entre el juez y Miranda, la afirmaciones de Vázquez, las cartas» hacen la voz de novelistas.

La dificultad se evidencia en el resto del texto, pues saldrán dudas sobre si el narrador es sólo Miranda o si hay también un narrador sabio que cuenta los hechos de los que Javier no ha sido testigo, el sentir más corriente es que el narrador es Javier Miranda, unas veces como testigo presente y otras por medio de fuentes seguidas que le llegan a él a través de otros personajes, allí con una primera persona y aquí con una tercera que encubre la primera.

Esto es así porque en las series que dan a entender que son narradas por un narrador erudito, como la celebración de Nochevieja en la casa Savolta, revelamos, a medida que nos cuentan la festividad donde Miranda estaba allí de espectador, asimismo la historia de Cabra, aunque Miranda no está allí, puede llegar a conocerla con detalle por Vázquez.

La técnica suspensiva

Eduardo Mendoza apela a la cualidad enérgica de la novela suspensiva, sólida en irle concediendo al lector por retazos y en una complicada segmentación todas las síntesis que le permitirán, ya al final de su lectura, el enfoque del complicado acertijo.

El mecanismo más revelador de la técnica suspensiva es la Carta de Pajarito de Soto. Pajarito, observando distante su fatal desenlace, escribe una carta que arroja al correo antes de fallecer, esta carta transportará de cabeza a todos los comprometidos en la trama, pero esencialmente a los afines con la empresa Savolta con muchas cosas que ocultar, pues desconocen el contenido y trascendencia de la carta.

Esto se refiere como un papel cuyo texto, peregrinación y receptor conocerá el autor al final de la novela, donde llegara a ser en el motor de muchos sucesos, incluso algún crimen, llama la atención la destreza de Mendoza para inducir expectativas sobre ella sin descubrir su importancia real.

Cuando se cita por vez primera, se ve un relato del fallecimiento de Pajarito de Soto, más adelante vuelve a conversar de ella en el cuestionario que hace el juez Davidson, en el affidávit de Vázquez, en las pláticas de Vázquez con Nemesio y Miranda, en la segunda parte, Pajarito la enseña a Nemesio al remitirla por correo la noche de su fallecimiento.

Cortabanyes conmemora la carta en medio de la fiesta en la residencia de Lepprince y acepta la posibilidad de que pueda estar bajo el poder de Parells, el cual morirá en atentado, posiblemente por esa sospecha, realmente, Lepprince y el abogado revisaran todo su despacho en su busca, la solución al misterio la hallará el lector en el relato final del comisario.

La técnica impresionista de Baroja y la esperpéntica de Valle

Pío Baroja hacer caer la balanza sobre el autor en la composición de varias historias y en la locución narrativa, la técnica impresionista de este escritor en la narración ligera y el retrato en trazos rápidas puede rastrearse en la novela de Mendoza y descubrirse en la seducción de ambientes combinados, tratados como si fuesen una natural grabación reveladora de un ambiente (plática de señoras en la celebración).

Así mismo se nota esta autoridad en la oposición de ambientes: aposentos de la nobleza, casas de los pobres, club, cantinas de mala nota», muy afín con esta técnica impresionista está la técnica valleinclanesca: una imperfección de la realidad, disminución al irracional, casualidad crítica y punzante, animalización» Existen nutridos pasajes y personajes con estas tipologías, el crudo retrato del cabaret, el sistema del personaje Nemesio Cabra».

Parodia

Hay imitación en su recreación acerca de la novela policial, de la novela rosa o susceptible, de la novela general de la última etapa del siglo XIX, de la literatura dramática de folletín, de los registros característicos.

No hay que dejar de lado que el sarcasmo, la imitación o el humor no eran ignorados por Álvaro Cunqueiro, Luis Martín-Santos o Juan García Hortelano, por citar cronistas apartados, y su visión en la novela española de la época no es una novedad, la afinidad de una fecha (1900, 1936, 1975) puede hacer que el arte, o la lenguaje que se origina alrededor de una fecha, sean descifrados según una construcción cultural posterior.

Asimismo, para “salvar” al texto y no descifrarlo como entretenimiento, o como anárquico, resulta más conveniente depositar en él una extensión trascendental, desde el punto de vista social y político o una lección decente indiscutible.

Aseverar, como hace Santos Alonso que la novela “muestra un enfoque global y arreglado de una situación para poder explicarla y describir su trabajo” (Alonso, 1988), es ir más allá de lo que el contenido permite, según he distinguido, la superposición de la historia con la fábula es más incierta de lo que simula, y la extensión fingida permea incluso esos referentes históricos que resultan escasos y sesgados.

Procedimientos lingüísticos y estadísticos

Uno de los incuestionables encantos de este trabajo reside en su extensa diversidad de registros lingüísticos, esta complejidad trae consigo en no pocas ocasiones la imitación de diversos estilos, agruparemos estas búsquedas en diversidades de tipo retórico, de tipo social y de tipo cultural.

Variedades de origen literario

  • Lenguaje narrativo: Compone junto a la plática una de los pedestales de la novela, su palabrería fluye de una forma desencadenada, con un compás que arrastra al lector en su novela.
  • Lenguaje descriptivo: Imágenes impresionistas de los protagonistas a base de transitorios rasgos de semblantes reveladores.
  • Lenguaje detectivesco: Con él ingresamos en las expresiones que suponen al mismo tiempo la recreación de un tipo seleccionado de la práctica retórica y su propia imitación, un ejemplo muy claro lo muestra Mendoza en las continuadas intervenciones del comisario Vázquez.
  • Lenguaje sentimental de novela rosa: Al igual que en el anterior, anuncia de la recreación y la imitación, las leyendas afectuosas de Lepprince Y Miranda con María Coral suministran numerosos instantes.
  • Lenguaje místico: La imitación de este tipo de lenguaje es más manifiesta. A partir de la demencia de Nemesio, Mendoza pone en boca del personaje sueltas pláticas de marcado origen religioso pero conocidas en clave deformante.
  • Lenguaje epistolar: Dentro de la variedad epistolar se exponen diferencias que van desde el modo culto y retórico de María Rosa Savolta hasta el coloquial del sargento Totorno.

Variedades lingüísticas de origen social

Resultado inmediato de las discrepancias sociales que viven en la novela es el abanico gramatical que brindan los diferentes personajes, desde el sensato y culto hasta el vulgar imperfecto.

  • Lenguaje formal: La cortesía es usual en la locución de personajes como Lepprince y Miranda, inclusive la gentileza conduce al primero.
  • Lenguaje coloquial cursi: El buen tono de la burguesía millonaria muestra unos rostros gramaticales corrompidos de la más empalagosa vanidad.
  • Lenguaje coloquial vulgar: La discrepancia con el anterior el registro corriente vulgar, emplea la cara contrapuesta de la sociedad, la expresión de las clases inferiores y su específica jerga barriotera, lindando con la inexactitud, los personajes utilizan un vocabulario discordante y directo que iguala espacios tan determinados como el cabaret y las cantinas.
  • Lenguaje vulgar incorrecto: Es usado por personas sin cultura y con una formación defectuosa, esta exploración tiene textos con la mediación de Doloretas en la segunda parte, por sus habituales recurrencias vulgares las cartas del comisario Vázquez y el sargento Totorno.

Variedades lingüísticas de origen cultural

Esencialmente recreados a través de la primera parte, son expresiones determinadas, profesionales o científicos, pero casi siempre están tratados en tono imitador.

  • Expresión humanístico-histórico: La novela rememora hechos auténticos y contextos sociales reales, por tanto, el novelista apela a la escritura más conveniente de dar credibilidad a lo que piensa.
  • Lenguaje político: Muy cercano al anterior, sobresale en específico por su escritura de disertación política y asamblea publicitaria, ciertamente este lenguaje lo reserva el autor para Pajarito de Soto, como en sus capítulos, como sus pláticas con Miranda.
  • Lenguaje jurídico y judicial: Visto en todo instante con una mirada sarcástica e imitadora, este lenguaje se traslada en la presentación de Miranda ante el juez Davidson. Mendoza monta un escrupuloso interrogatorio legal, exagerando la constancia del juez por esclarecer los hechos hasta el término de lo grotesco.
  • Lenguaje administrativo: Se reconoce en los documentos que surgen en la novela La verdad sobre el caso Savolta, como el caso más evidente es el affidávit o declaración jurada que ante el diplomático de Estados Unidos facilita el comisario Vázquez.
  • Lenguaje periodístico: Es viable ver en algunas series rasgos del lenguaje informativo, así por ejemplo, la que relata el homicidio de Claudedeu.

Otros aspectos estilísticos

Para finalizar con los aspectos estilísticos, subrayaremos los nombres de los personajes significativos. Salvo, Teresa y Vázquez, todos ellos suelen tener un nombre seleccionado a conocimiento por el autor.

Así, es declara la motivación en Javier Miranda; su apellido es acorde con la determinación de público, de mirón que no se envuelve en nada, en Pajarito de Soto; el personaje es en realidad un pájaro que vuela por todas partes, pero su inocencia y desamparo le transportarán a ser eliminado por el mismo bosque, donde él ha estado tan bien.

En Nemesio Cabra, el nombre no requiere mucha definición, teniendo en cuenta que es un frenético, mezcla de astuto y arrebatado, en María Coral, el nombre, que apunta a un objeto de joyería, encarna el papel del personaje en la ficción, que no es otro que el de objeto de coste y conquista para los hombres.

Mayor perspicacia muestra la motivación de los nombres catalanes, así Cortabanyes «literalmente cortacuernos-, personifica el poder perverso en la oscuridad (los chiquillos catalanes convocan al diablo «banyetes»). Claudedeu, que hace sacudir a los trabajadores, el «Hombre de la Mano de Hierro», significa en catalán «clavo de Dios», fuerte mano imparcial que esclaviza a los obreros.

Savolta sería en mallorquín «la vuelta», puede personificar el motivo de la novela el cambio de las cosas. Lepprince, el noble elegante, aparecería del francés «el príncipe», así mismo Doloretas será el alma que resiste y María Rosa, la dueña de la hermosura y la frescura de una rosa.

El asesinato de Savolta

Paul-André Lepprince es un francés de origen secreto el cual se enreda con la hija de Enric Savolta y se mete en su manufacturas de armas, donde trama la venta ilícita de todos los equipos a los alemanes en el transcurso de la Primera Guerra Mundial, al poco tiempo, Enric Savolta fallece en un delito imputado a terroristas de movimientos trabajadores.

En realidad, Lepprince fue la responsable de indicar el asesinato de Savolta, por temor a ser sorprendido y debido a que apetecía inspeccionar su empresa. Javier Miranda, que reconoce intensamente a Paul-André Lepprince y no conoce sus movimientos delincuentes, será igualmente su víctima: Lepprince le solicita que se case con María Coral, una cabaretera que en su pasado había sido su amante para dar a este enfoque social digno; es allí cuando ella le manifiesta la verdad en una disputa que se cuenta en una breve parte del libro.

La muerte de Lepprince

Lepprince es un personaje que había asesinado y traicionado a la empresa Savolta, pero el final de la guerra agilizo la fractura de la manufactura de armas, luego de pretender una malograda carrera política, Lepprince fallece de manera muy misteriosa.

Cuando Lepprince ya ha fallecido, el comisario Vázquez confiesa a Javier Miranda sus culpas, poco después, llega a la manos de Miranda una carta de Lepprince en la que le avisa de que ha convenido un seguro de vida para que su mujer y su hija lo recauden luego de un tiempo, para no elevar dudas, pasados unos años, Miranda pretende tramitar ese cobro, la novela culmina con una carta de gratitudes de María Rosa Savolta, viuda de Lepprince.

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