“El Esclavo” es un novela de Francisco J. Ángel Real, que se publicó bajo el pseudónimo de Anand Dílvar, en la cual se narra de manera magistral el relato en primera persona de la experiencia de un ser atormentado por no tener el dominio de su propio cuerpo a pesar de tener un estado de conciencia en el que se da cuenta de todo lo que pasa a su alrededor. En este artículo te presentamos un completo resumen del libro de El Esclavo, una magnífica obra.
Acerca del libro «El Esclavo»
El libro de “El Esclavo”, es una obra maestra de la narrativa clásica, en la cual el autor plasma la desesperante sensación de una persona al despertar en una fría habitación de hospital, solo, confundido y adolorido, poco a poco se va dando cuenta de que su situación va empeorando con cada segundo que pasa.
La obra de “El esclavo” de Francisco J. Rangel, fue escrito bajo el pseudónimo de Anand Dilvar, ya que el autor cambió de nombre al convertirse en discípulo de OSHO, es un trabajo interesante de narrativa impecable, donde vas a reconocer en la lucha del personaje principal de esta novela, las posibles batallas que a diario nos toca enfrentar, lo cual es lo que le da estructura y sentido a la existencia del ser humano.
En “El esclavo” de Francisco J. Rangel la historia es narrada por el propio autor de los hechos, quien nos describe las más intensas emociones y pensamientos cargados de sentimientos vehementes, de los cuales se pasa de la rabia, a la euforia y de ahí a la desesperación donde la muerte y la locura serían lo único seguro en el futuro de este pobre ser.
En el libro de “El Esclavo” podemos encontrar profundas reflexiones acerca de las relaciones humanas, desde un punto de vista único, ya que se pueden leer afirmaciones y consideraciones desde una persona que no puede intervenir de ninguna manera e interactuar con quienes le rodean, o sea, no puede influir en las cosas que le suceden, solo puede escuchar y observar.
El trabajo literario de “El esclavo” es una obra completa en sí misma, donde la voluntad humana rige la lógica y la intención de encontrar un motivo para luchar, aún sin fuerzas contra la adversidad, para lograr tener una segunda oportunidad de vivir.
Con su mente trabajando con una lucidez impresionante, es completamente insoportable la exasperación producida por la falta de dominio de su propio cuerpo, la cual se va acrecentando con cada visita, cada comentario y cada decisión que se toma sobre que hacer con el “muerto en vida”, lo que nadie sabe es que oye, siente y vive cada segundo en angustia de su nueva realidad.
Al no poder dominar su cuerpo, este comienza a sentirse como un ente extraño, como una fría vasija que contiene el más preciado de los tesoros, el soplo de vida que aún le queda le da la esperanza de poder superar esta impenetrable barrera, como una estrecha cárcel hecha de carne y huesos.
Con la situación empeorando, este atormentado hombre sabe, desde lo más profundo de su ser, que si quiere salir del foso donde se encuentra, debe encontrar fuerzas dentro de sí mismo, para lograr dominar su propio cuerpo, antes que la gente que le rodea decidan por el, si debe seguir viviendo o es mejor desconectarlo.
Análisis de la obra «El esclavo» de Anand Dílvar
En el libro de “El Esclavo”, el autor nos deja un compendio de afirmaciones que en algún momento en la vida todos nos hacemos, y las cuales nos llevan a que mientras vamos leyendo y avanzando en la historia, se produzca una reflexión sobre cuestiones tan íntimas como cuando se escudriñan los sentimientos más profundos, en busca de respuestas a reacciones casi instantáneas ante situaciones que nos toca enfrentar.
Es diferente para cada persona el poder reflexionar acerca de estos temas, es muy común sentirse en control absoluto de nuestros sentimientos y pensamientos, dándole una explicación banal a cada escollo propio de nuestro comportamiento, a veces sin querer ver más allá de explicaciones fútiles, que aunque muchas veces son convenientes, nos dejan un mal sabor de boca.
En este libro podemos encontrar interrogantes que nos invitan a considerar todas las variables que nos han afectado desde el principio de nuestra existencia y ni siquiera nos detenemos a pensarlo, lo que nos hace un poco esclavos de ciertas situaciones condicionadas por vivencias pasadas.
Si se medita sobre cual es la esclavitud a la que nosotros podemos estar sometidos, los cuestionamientos pertinentes al caso los podemos intuir preguntándonos de que nos sentimos esclavos, que experiencias nos hirieron, que cosas hacemos que no nos gustan pero las realizamos por obligación, por el que dirán o porque simplemente así es más fácil.
La enseñanza que nos deja el autor a través de su libro es dejar caer todas esas cargas, que son las que generan sentimientos malsanos, que solo nos hacen daño a nosotros mismos, obligándonos a vivir una vida desde el miedo, el rencor y la impotencia de no hacer lo que en realidad queremos.
Para empezar con este trabajo interno es necesario y apremiante que no culpemos a los demás por todo lo que nos pasa, asumir la responsabilidad en este caso es imperante, date cuenta de lo que no te está funcionando y concéntrate en hacerlo de otra manera, hasta obtener lo que quieres.
Nuestro tiempo en la tierra es corto, está en nosotros ponerle la intensidad necesaria para que bajo la premisa del amor y la convivencia en armonía se haga más placentero y completo, generando bienestar para nosotros mismos y para compartirlo con los seres que nos acompañan en este camino de vida.
Debemos confiar en nuestra intuición para poder dominarnos, y realizar ajustes, en nuestra personalidad y en los motivos que internamente generan acciones, la confianza en nosotros mismos es importante, porque nos ayuda a vencer el miedo.
Los cambios siempre dan un poco de ansiedad, es normal que te produzca temor analizarte y seleccionar aquello que quieres cambiar, pero lo que debes saber es que vale la pena, ya que te despierta, te hace vivir a plenitud.
Todos los días tenemos la oportunidad de realizar estos cambios así sean pequeños, un nuevo día es un tiempo que tienes para meditar y convertir aquello que te perturba en algo diferente y motivador para tu existencia, es cierto que tu felicidad depende de ti, de tu actitud para asimilar tus propias vivencias, transformándolas en enriquecedoras experiencias de vida.
Argumento del libro «El esclavo»
En la historia de «El Esclavo» de Anand Dílvar, podemos encontrar un argumento que intenta dejar en cada uno de nosotros un pequeño estímulo que nos exhorte a reflexionar sobre temas íntimos como la percepción que tenemos de nosotros mismos y cuestionamientos sobre la manera en como llevamos nuestra propia existencia.
En el libro, se nos narra un relato sobre un joven que solía vivir en un mundo de excesos, donde no tenía ningún tipo de control sobre sus acciones, las cuales estaban repletas de malas decisiones, que lo llevan de una crisis existencial a otra, sin tener paz dentro de si mismo en ningún momento.
Este joven tiene un resentimiento dentro que lo hace ver su mundo como una agonía que lo tortura de manera incesante, donde la mayoría de las personas a las que conoce, contribuyen con su sufrimiento, ya que (según su propia versión dramática y muy dañada a cerca de su propia realidad) la culpa de todo lo que le pasa la tienen los demás, y es producto de la mala suerte y de las circunstancias que le ha tocado vivir.
Es esta falta de responsabilidad, es la que le pasa factura, cuando después de una noche de juerga, donde bebe sin control, discute con su novia, y para colmo se atreve a consumir una sustancia que casi lo lleva a una muerte segura.
Luego de haber tomado esas pastillas, que le alteraron el juicio, decide ir con su amigo de andanzas, a buscar otras cosas que le hagan olvidar su realidad, y dando tumbos se suben a un auto el cual es embestido por un camión, el cual lo deja como un intrincado y retorcido amasijo de hierros.
Contemplando este horrible escenario, la novia y los otros amigos fiesteros, ven con horror como una noche de fiesta puede convertirse en un puente a la muerte y el dolor.
Este accidente, que desde el primer momento se pudo haber evitado, es el que desencadena toda la historia, ya que afecta de manera irreversible a todos los involucrados, los que a partir de este momento, no volvieron a ser los mismos.
Al despertar, se encuentra solo, confundido, lleno de rabia y dolor, atrapado en un cuerpo inerte, que no le obedece, y con unos horripilantes ojos abiertos, como para que observe desde la cueva de miseria en la que se encuentra, la realidad que está a punto de descubrirse ante sus ojos.
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Es como despertar dentro de una pesadilla, de la que no puedes escapar, ni expresarte y mucho menos culpar a los demás de tu suerte, es lo que le hará entender al joven, que es el único responsable de sus actos, y la vida de una manera inflexible y hasta despiadada le pasa factura por sus actos pasados, dándole la oportunidad de cambiar.
El libro de Anand Dílvar comienza con la exposición de un hombre totalmente imposibilitado de comunicarse con el mundo que le rodea, lo cual, en medio de la frustración que esto significa, da inicio a un viaje de auto exploración, donde mediante la reflexión y con la guía de su conciencia logra encontrarse a si mismo.
Esta obra puede ser vista desde la perspectiva de un libro de dirigido a todo tipo de lectores adultos, con la intención de manifestarnos que podemos cambiar de nuestra vida aquellas cosas que nos alejan de la felicidad.
La narrativa que utiliza el autor del libro «El Esclavo» es muy sencilla, directa, fácil de interpretar, pensada para hacer que el lector tome conciencia sobre sus emociones y como las proyecta en acciones que repercutirán en las personas que le rodean y en si mismo.
Según las propias palabras del autor, el propósito de este trabajo literario es el de despertar a las personas, alertando de lo corto pero maravilloso que es nuestro tiempo en la tierra, y de lo necesario de lograr que nuestras relaciones personales y sociales nos brinden tranquilidad y paz.
El libro trata el tema de lo que para cada persona consiste el éxito, el cual contrariamente a lo que la mayoría de las personas puedan creer, es un concepto muy alejado del reconocimiento social o de la acumulación de dinero o posesiones materiales.
En este respecto el autor dice que, lo más recomendable para tener una existencia feliz, es comenzar por soltar todos esos recuerdos que nos generan emociones negativas, como el resentimiento, la frustración y el trauma, tomar este tipo de experiencias vividas y transformarlas en enseñanzas que nos ayuden a superarnos y darle cabida a sentimientos más nobles como el amor propio y el cariño y la bondad por el entorno.
No hay que enfrascarse en una búsqueda intensa del bienestar como una utopía inalcanzable, a veces solo basta con detenernos y sentir todas las bendiciones con las que contamos a diario, ser agradecidos por ello y conscientes de las decisiones que tomamos para contribuir con nuestra paz interior.
Resumen por capítulos
A continuación te presentamos un completo resumen de esta interesante novela, dividido por capítulos, donde resaltaremos además del argumento y el desarrollo de la trama, las enseñanzas que el autor trata de explicar sobre lo que el considera patrones que nosotros mismos nos obligamos a seguir, haciéndonos vivir en una existencia de esclavitud.
Cada momento debemos aprovecharlo al máximo, ocupándonos de manera efectiva, de hacer que cada segundo de vida valga la pena, para lograrlo debemos enfocarnos, en tener armonía en nuestro ser interior, para que pueda manifestarse el amor y el bienestar que sentimos.
El vivir de esta manera nos acerca a ser felices, valorando nuestra propia compañía y escuchando la voz interior que tenemos cada uno de nosotros como guía, nos dará las herramientas necesarias para encontrar la felicidad que tanto anhelamos, logrando liberarnos del dominio de creencias y experiencias que nos dominan, despertemos hacia la verdadera realidad de amor y abundancia plena.
CAPITULO 1.
Al principio de nuestra historia, nos encontramos a un hombre atormentado, un joven que se siente incomprendido, con poco amor propio y con un gran vacío dentro de sí, el cual ha tratado de llenar de las peores cosas, como el alcohol y las drogas, lo cual le ha llevado a sumergirse en una espiral de cambios de humor que le generan una personalidad volátil, llena de exabruptos y malos entendidos.
Al estar en una fiesta y con el ánimo alterado, este hombre comienza a reflejar lo complicado de su personalidad, y de golpe, deja aflorar los sentimientos de hastío acerca de todo lo que le rodea, cuando el alcohol no es suficiente para su escape de la realidad, le toca a la droga.
Han sido estos vicios los culpables de que ahora esté inmóvil, con los ojos completamente abiertos, con muchísimo dolor, tanto física como emocionalmente, enfrentándose al terror que produce el no tener control sobre su propio cuerpo.
Poco a poco, los recuerdos van aclarando el panorama desolador, el final de la fiesta, la discusión, la mala decisión y el terrible accidente, todo eso se repetía en su mente como una película horrible que lo había dejado inerte, pero consiente.
Una de las cosas que más le molestaba era el incesante ruido que producía la máquina de respiración artificial, al principio ni siquiera sabía de lo que se trataba, pero luego escucho a una de las enfermeras hablando sobre su condición, y entre otras cosas entendió que estaba conectado al aparato, y que luego del accidente, había quedado en un letargo infernal sin poder moverse.
En su mente solo estaban las frases: “Estoy vivo, estoy consciente, ayúdenme”.
CAPÍTULO 2.
Al despertar, en esos primeros días del confinamiento solitario dentro de su propio cuerpo, el joven trataba de aplacar la corriente de pensamientos que fluían constantemente, todos girando en torno a los acontecimientos que lo habían dejado en la condición en la que estaba.
Para lograr esto, se entretiene mirando y analizando los objetos de la habitación, claro los que están directamente en su campo visual, porque su “rigor mortis” no le permite ni siquiera pestañar.
La fría soledad comenzó a arroparlo, su nuevo estado de conciencia le mostraba todo un mundo al que tiempo atrás hubiera ignorado completamente.
Con tanto tiempo obligatorio para analizar las frecuentes historias en retrospectiva, el joven comenzó a sentir rabia, miedo, e impotencia por tener que enfrentar lo que le ha tocado vivir.
Pero también tiene la ansiedad de explicarse a sí mismo que lo que pasó no fue enteramente su culpa, desde el lugar de víctima comenzó a sentir lástima de su existencia.
Una de las cosas más difíciles es el no tener la posibilidad de expresar sentimientos, pensamientos y emociones, esto lo estaba enloqueciendo, en este momento se sentía verdaderamente un “muerto en vida”.
A veces era tan bizarro el poder observar lo que dicen y hacen las personas cuando piensan que nadie las observa, que nadie las juzgará, algunos no saben que hacer con un poco de libertad, el joven llegó a la conclusión de que de alguna manera siempre se está bajo algún tipo de esclavitud.
La mayoría pensaba que era un cuerpo inerte sin voluntad; el joven sentía que estaba en el infierno y que estaba comenzando a pagar todo lo que debía.
La enfermera Esperanza, era dulce, y en su afán de hacer bien su trabajo lo trataba bien, lo saludaba, se despedía de él, de cierto modo era un aliciente entre tanto dolor.
Era muy frecuente que esos días el joven pasara horas pensando todo el sufrimiento del que se hubiera librado de haber muerto en aquel accidente.
De repente escucho una fuerte voz, la cual aunque le parecía conocida, no sabía a quien pertenecía, ya que no había nadie en el cuarto, y si lo pensaba bien parecía provenir desde dentro de sí mismo.
Esta voz era chocante, ruda en sus comentarios, un poco altanera y respondona…
“Acostúmbrate porque vas a estar así un buen tiempo ” le dijo.
De ahora en adelante las fascinantes conversaciones del joven tenían un inteligente interlocutor, hábil para decirle de manera directa cuando su memoria selectiva solo le mostraba las cosas como le convenían evadiendo un poco la responsabilidad en el desenlace de su vida.
En una de esas interminables conversaciones, esta voz le dijo, que debía comenzar por controlar sus sentimientos, las emociones son poderosas e influyen en las decisiones que tomamos a diario, para explicar su punto le dice, que si piensa en un recuerdo triste, se pondrá triste, si es un pensamiento rencoroso, se llena de ira, y es donde aparece el enojo impulsor de muchas malas acciones.
Puede ser que muchas veces tengamos que lidiar con un presente donde no lo podemos controlar todo, pero lo que sí esta en nuestras manos es dominar lo que las cosas que vives te hacen sentir y reaccionar de acuerdo a la razón y la intuición.
Una y otra vez, la voz interior le hace saber que de nada vale hacerse la víctima, no se puede vivir realmente, cuando una persona es esclava de su pasado, de su entorno, de las personas que le importan, del que dirán de la sociedad y hasta de la mala suerte, el joven escucha atento y por primera vez le encuentra sentido a este tipo de afirmaciones.
La pregunta para finalizar aquella intensa conversación fue: ¿Quién puso en tu boca aquellas pastillas que te hicieron perder el control que causó el accidente? – Eso solo lo hiciste tú, solo tú.
Capítulo 3.
Esperanza venía a diario me hablaba, me saludaba, yo le respondía en mi mente, llevando una coqueta conversación imaginaria.
Una noche el joven tuvo una pesadilla, soñó que era un títere manejado a través de hilos, para divertir a personas con las que convive, padre, madre, y novia, todos en un macabro juego donde sacaban provecho de su falta de voluntad.
Eso era lo que sentía, tenía rabia y frustración, nada había resultado como lo había planeado, y siempre creyó que debía protegerse de todos, creía que para alcanzar su propia superación personal, debía despejar su camino de cualquier persona que quisiera controlarlo.
Este pensamiento erróneo lo llevó a tomar decisiones equivocadas, a herir a los que más amaba, a no expresar sus sentimientos, para no sentirse vulnerable, por el miedo a abrir su corazón, se dejó llevar por vicios y locura desenfrenada que solo le dejó más vacío que nunca.
El día más que sintió la vergüenza más grande de todas fue cuando le tocó su baño de esponja, Esperanza la dulce enfermera, lo desnudó y comenzó a asearlo, lo cual lo hizo recordar el títere de su sueño, manejado por hilos.
Al estar en este momento de estupor, la enfermera comienza a contarle sobre su vida, le dice que su esposo murió, y que desde entonces está muy sola, que siente que debe atreverse a tomar las riendas de su vida y hacer cosas nuevas y diferentes, pero que el miedo la paraliza, tal cual un paciente en coma, incapaz de moverse y por si misma seguir avanzando.
Haciendo una reflexión y con la intervención de la voz que se había propuesto fungir como su guía, el joven pensó: cuan inútil es el sentimiento de culpa, se nos pasa la vida buscando culpables de lo que nos pasa, en vez de invertir toda esa energía en seguir adelante, tomar responsabilidad y cambiar hasta lograr emerger del capullo con nuevas alas de mariposa.
Capítulo 4.
Llegaron mis padres. Solo podía sentir frustración y pena, dolor de ver a mi madre llorar desconsoladamente al verme postrado en una cama, el dolor que la embargaba era tan fuerte, que por un momento perdió la razón.
En ese terrible encuentro, lo único que sentía era pesar, culpa y miedo, nunca había visto a mis padres tan vulnerables, llorando y lamentándose, preguntándose que era lo que habían hecho mal, para que todo haya resultado de esta manera.
Comprendí que ellos siempre habían hecho lo que podían, lo que eran capaces, lo que les parecía mejor, para mi, para ellos, para todos.
Pasaron los días y mis padres se turnaban para cuidarme, entre recuerdos y reflexiones, experimenté por primera vez, la sensación de que en realidad me querían.
La voz de mi guía me dijo, “estabas tan enojado y ávido de recibir lo que no te daban, que se te olvidó ver lo que sí tenías, pero no notabas”
Un día mi madre le preguntó a la enfermera cuando despertaría, y ella a pesar de lo cruel que puede resultar la noticia, prefirió no llenarlos de falsas esperanzas y les dijo que estaba en manos de Dios ahora, que era él quien tenía el control de la situación.
Capítulo 5.
Los días siguientes pensaba casi todo el tiempo en el significado de la libertad, si somos consientes de nuestras acciones y lo que nos motiva a realizar los actos que hacemos a veces hasta sin pensar, tomando luego la responsabilidad sobre las posibles consecuencias de los mismos, estamos haciendo uso de nuestra libertad, de esa manera, pura, simple y sincera.
El tiempo que vino para mí después fue de total descubrimiento, ante mis ojos estaba cambiando poco a poco mi sombrío panorama, vi por primera vez a mi madre siendo fuerte, confortando y aconsejando a todos, vi a mi padre con una calidad humana que yo no había notado jamás, cariñoso y preocupado por sus hijos, y para mi sorpresa, vi a mis hermanos unidos, preocupados por el bienestar familiar y queriendo ser soporte de mis padres.
¿Como no había visto esto antes?
Que ironía, que un accidente en el que casi pierdo la vida, ha unido a la familia. Toda la vida buscando lo que pensaba me llenaría el espíritu y me daría tranquilidad, y resulta que ya lo tenía, solo que era tan evidente que no lo podía ver.
A veces la muerte puede ser tu mejor amiga, pero no en el sentido del gusto por lo macabro, más bien porque te muestra de golpe lo que por comodidad y creencias erradas no veías en tu vida normal, ya que es muy cómodo estar en la situación de indiferencia, donde todo te da igual, siempre y cuando puedas obtener algo, no importa como.
Entre los pensamientos que volaban fugaces en mi cabeza, había uno en particular que me intrigaba, una idea que me atraía, la cual quería implementar en mi vida aunque de manera tardía, me sentía fascinado sobre la idea de la libertad.
Las experiencias que uno tiene a lo largo de toda la vida, se vuelven parte de nuestra realidad, las creencias sean del tipo que sean nos limitan, ya que lo que creemos se vuelve parte de nuestra realidad, pero no necesariamente es la realidad de las personas que nos rodean, como una serie de planetas que giran alrededor del sol, todos tienen una perspectiva diferente.
Una de las cosas más notorias que nos mantienen como esclavos es la acumulación de bienes materiales, como lo son dinero, posesiones, estudios, conocimientos y carreras profesionales, esto es lo que muchas veces motiva a las personas tanto que llega a ser una obsesión, que los leva por el camino errado de malgastar el precioso tiempo y esfuerzo en lo que en realidad no es importante.
Muchos de estos pensamientos han sido un incentivo para el hombre para hacer cosas impensables, y hasta cierto punto estúpidas, para mantener el concepto de abundancia y felicidad, hablo de que por ejemplo la creencia de que no hay suficiente para todos crea una atmósfera de miseria, en la que es más importante el tener y acumular.
Otro punto importante es la idea sobre el dinero, algunos dicen que es importante, otros imprescindible, y todos lo buscan a su manera, pero hay personas a los que se les va la vida en pos de tener y mantener una fortuna considerable, a sabiendas que con este comportamiento pierden amigos, momentos familiares y hasta la salud.
Un día entró de manera inesperada una visita, era Laura, mi novia Laura. Al verme no pude notar en su cara otra cosa que no fuera una expresión de horror en extremo. Ella gritó, lloró, vociferó, quiso golpearme, en fin, estaba enloquecida, la ira y el rencor acumulado durante meses se manifestaron en el momento en que me vio, inmóvil y debilitado en esa cama.
Durante todo el tiempo de su visita, me reclamo muchísimas cosas, yo solo sentía la necesidad de pedirle perdón, por lo del accidente, pero de pronto me di cuenta de que su rabia también era por haberla dejado sola en un momento tan importante, ya que para mi sorpresa tenía un avanzado estado de gravidez del cual no tenía ni idea.
Capítulo 6.
El tiempo siguió transcurriendo de manera inexorable, y llegó un momento en el cual el joven vio su propio cuerpo acostado sobre la cama, flaco, débil, sin vida, con un semblante horripilante demarcando unos ojos saltones, que expresaban terror, desesperación y la angustia de estar atrapado en una pesadilla espeluznante y neurótica.
Al verse el joven comenzó a entender las crisis nerviosas y las expresiones faciales de las personas que venían a verlo, porque en realidad era una visión fantasmagórica y repulsiva, de lo que un ser humano puede llegar a convertirse.
Cuando ya casi estaba acostumbrado a mi nueva y desesperante condición, sucedió lo que muchas personas a mi alrededor esperaban, escuche el sonido de la muerte, el aparato al que estaba conectado, comenzó a sonar anunciando que mi corazón se había detenido, al parecer al fin estaba por irme. Ese momento fue pasando muy lento, y de repente se empezó a proyectar ante mis ojos las imágenes más significativas de mi pasado, con una extraña claridad, me eran mostradas una a una mis experiencias en la vida.
El joven se sentía vacío, indiferente a lo que veía, solo quería acabar con el sufrimiento, no sentir, no pensar, solo dejarse ir. Entre tanto, las enfermeras y el doctor hacían todo lo posible por retenerlo, o según el pensaba, todo lo posible por hacer bien su trabajo. Pasando por esta inquietante espera, el joven recordó, los cálidos y fuertes abrazos de su madre, el olor de su perfume, todo el amor y la dedicación que ella siempre había tenido solo para el.
Durante un momento que parece eterno recordé la tibia sensación del sol sobre mi piel, el sabor de mis comidas preferidas, los paisajes que vi durante mis viajes, y mi dulce novia Laura, que ganas tenía de acompañarla en esta fascinante aventura de tener nuestro hijo, ojalá pudiera conocer a mi bebe. Mientras tanto, el equipo del hospital sigue haciendo lo suyo, hasta que se oye al doctor con decisión decir, le han vuelto los signos vitales, esta de vuelta.
Entre susurros le dijo a la enfermera Esperanza que no sabía cuanto duraría con “vida” esta vez, a pesar de tener esta duda, el dedicado doctor, revisó todos los aparatos para asegurarse de que estuviera bien.
Aunque el dolor físico había vuelto, el joven se sentía reconfortado, por lo que en esos momentos apremiantes vivió, pero contrariamente a lo que muchos puedan pensar, se sentía muy tranquilo, con la sensación que le queda a una persona que ha recordado lo hermoso que tuvo en la vida.
Luego de este episodio me sentía más lúcido, más íntegro, era como si de un soplo, todas esas preocupaciones y quejas que me han acompañado a lo largo de mi vida, de pronto se desaparecieran, se sentía como que me había liberado de una pesada carga, me sentía ligero, y algo en mi cambió.
Al fin pude entender que la mejor forma de estar en este mundo es tomar el compendio de experiencias y volverlas aprendizaje, para tratar de hacer las cosas de la mejor manera posible, tanto para nosotros mismos como para los que nos rodean.
Si tomamos el control sobre nuestros pensamientos y emociones, también podemos de algún modo estar conscientes de nuestras acciones, ya que vivir se trata de eso, de razonar y sentir, de reaccionar y empoderarse, salir del cómodo pensamiento en el que los demás siempre tienen la culpa de lo que te sucede.
El ánimo del joven comenzó a cambiar, motivado con estos nuevos pensamientos, quería poder disfrutar de un tiempo más con su bebe por nacer y con la mujer que amaba. La vida es un milagro, hay tanto por ver y por hacer, que es una bendición vivir, el solo hecho de poder participar en lo que sucede a diario, es como recibir un tesoro del que siempre tenemos algo valioso por descubrir.
Es increíble como la muerte puede hacerte cambiar la perspectiva de tu vida, con su cercanía todos los problemas que antes nos agobiaban parecen una pérdida de tiempo sin sentido.
Escuche la voz interior que me dijo, “Al fin despertaste”. Es que había estado dormido, como muchos de nosotros, que nos dejamos envolver por un sueño que se convierte en rutina, haciendo cosas que se supone nos liberan de situaciones incomodas y poco enriquecedoras, que solo nos dejan un eterno vacío existencial que es el padre de muchas de las cosas terribles que hace el ser humano.
Capítulo 7.
Con el paso del tiempo, mi condición se deterioraba, mi cuerpo cada vez más débil, estaba a punto de colapsar. El doctor trata de hablar claro con mi familia, el llama aparte a mi padre y le da unos papeles que debe firmar, donde dice que autoriza que el doctor no vuelva a resucitarlo, cuando su corazón deje de latir.
El padre del joven entró en crisis, gritando atacó al doctor, le dijo que el no pensaba firmar un papel donde autorizara la muerte de su hijo, pero hablando con su otro hijo se dio cuenta que no sabía cual era la decisión correcta, la duda sobre la condición de su hijo lo quemaba por dentro, nadie le aseguraba que algún día mejoraría y despertaría, eso parecía imposible en este momento.
Para este momento solo podía sumirme en mis pensamientos, ya que no podía intervenir de ninguna manera, ya que no tenía ni la más mínima idea sobre mi futuro. Al pensar un poco reflexione sobre el perdón, tal vez no tengamos tantas cosas que perdonar sí como nosotros mismos pensamos, las personas hacen cosas no porque quieren herirnos directamente, a veces solo quieren cambiar la situación y perseguir esa felicidad que tanto anhelan.
Cuando una pareja se va, cuando un amigo se aleja o cuando se dan situaciones que pensamos son muestras de egoísmo por parte de la otra persona, muchas veces es que no nos ponemos en su lugar y entendemos desde su punto de vista el motivo de sus acciones, no es que hay que librarlos de responsabilidad, es que hay que comenzar a entender mirando desde un ángulo diferente.
Aceptar la actitud de los demás hacia nosotros, es tener el dominio suficiente de nuestra vida como para no guardar rencor, no siempre es contra nosotros, a veces es que en su búsqueda de lo que ellos consideran que es la felicidad hacen cambios en su vida que no te incluyen, aceptarlo es parte de crecer.
Pero lo antes expuesto no es una excusa para permanecer en estado estacionario, con la indiferencia clásica del que no le importa nada, como diciendo, “por mi está bien todo lo que sucede”, esa no es la respuesta.
Lo mejor que podemos hacer es tratar de entender las razones del comportamiento de la otra persona, debemos querernos y valorarnos lo suficiente como para no estar sosteniendo a fuerza una relación solo por miedo a estar solos, porque es eso precisamente lo que nos convierte en esclavos y nos aleja de una existencia en libertad.
Capítulo 8.
Al día siguiente la novia del joven, Laura y sus padres se encontraron en la habitación, ellos no estaban enterados de su embarazo, y también querían escuchar como habían sucedido las cosas la noche de el accidente. Ella les relató lo sucedido desde su perspectiva única y con lujo de detalles.
Con una pasividad que asombra, dada por tanta tristeza y dolor sentido en los últimos meses, en los cuales había repetido la escena cumbre de un drama que me había llevado a esa situación miserable, la cual se pudo haber evitado, a no ser por la estupidez cometida producto del exceso y el vicio.
Ella les contó como esa noche, además de beber sin control, yo me encontraba iracundo, fuera de mis cabales, y para colmo encontré al «amigo» que sellaría mi suerte dándome unas pastillas que me enloquecieron más aún, y en ese momento y con la mirada perdida, dando tumbos fui en un auto que al llegar al cruce no respetó la luz roja y un camión nos embistió, sin tiempo a nada.
Los padres del joven le hicieron muchas preguntas, sobre los hechos de esa noche y de porque no los había contactado, y ella les dijo, que al ver semejante escena suceder ante sus ojos, la impotencia, la rabia y la desesperación la aturdieron de tal manera que no recuerda ni como llegó a su casa.
Luego cayó en depresión profunda, estaba segura de que ambos habían muerto en el accidente, pero luego se enteró que su novio estaba en coma, paralítico pero vivo. En ese momento comencé a reflexionar sobre lo fuerte que puede ser el ser humano ante la adversidad, mi madre y mi novia eran el ejemplo vivo de eso, estaban las dos en medio de su tristeza pero convencidas de que tenían que hacer todo a su alcance para salir de esta situación de la mejor manera posible.
El amor es poderoso, el amar a otros es un regalo que nosotros mismos nos hacemos, pues esa entrega nos enriquece y fortalece. Mi voz interior me interrumpe para explicar, que a veces se sufre por amor porque las personas lo ven de manera egoísta, es como si te comprometieras, pero siempre y cuando la persona haga exactamente lo que digas cuando lo digas, y viva su vida en torno a ti, y es ese pensamiento soberbio el que hace que las personas se alejen de nosotros, en busca de la tranquilidad que da la libertad.
El ser humano es fuerte pero jamás debemos acostumbrarnos a sufrir, ser infelices nos aleja de nuestro propósito de vida, claro que hay cosas que nos producen dolor, pero debemos afrontarlas y aceptar lo que inevitablemente sucede, la parte dañina del asunto es cuando queremos cambiar lo sucedido y nos encaminamos en una espiral de sufrimiento, que nos consume lentamente.
Las personas tenemos la capacidad de cambiar lo que necesitamos para sentirnos mejor, aunque es una especie de contradicción, no tenemos el poder de controlarlo todo, pero si podemos cambiar nuestra actitud hacia lo que sucede e iniciar la chispa que nos motive a aceptar la realidad tal como es sin dejarnos esclavizar por sentimientos negativos.
Capítulo 9.
Las semanas siguientes todo estuvo sin novedad, desde el último episodio, mis signos estaban estables, por las noches se quedaba alguien conmigo, solo por si acaso. Una noche, entró la habitación un doctor que no había visto con una enfermera que me atendió al principio, entraron a la habitación de manera sospechosa, ella le dijo, es perfecto para lo que queremos…
El doctor me revisaba, chequeaba mis signos vitales, repitiendo que era un riesgo, que podía enterarse algún familiar, que la alarma del aparato que lo mantenía con vida sonaría, según él era mucho riesgo, lo que ella le insinuaba hacer. Ella le repetía que no ha de pasar nada, además el tipo de sangre coincide, con el de la persona que necesita los órganos.
Esa mujer lo tenía todo pensado, le dijo su plan al doctor, una vez más para calmarlo; «Yo voy a estar aquí en la habitación porque me toca guardia, lo llamo a usted para que certifique la muerte, y lo llevamos a la morgue enseguida».
Para convencerlo, le dice que no obstante el dinero la tiene convencida, también le agradaba la idea de ayudar a una persona, que era una joven madre, que necesitaba un transplante de riñón para regresar a cuidar a sus dos pequeños en casa. Al parecer esto convenció al doctor, ya que este comenzó a explicarle como ir paso a paso para apagar la máquina para no despertar sospechas y evitar que se dañen los órganos.
Aún con dudas le advierte a la enfermera: «Si algo sale mal, nos vamos a meter en un problema muy grave»
Cuando ellos se fueron de la habitación, entro la dulce enfermera Esperanza, a decirle que le habían asignado a otro paciente, ante lo cual el joven se sintió aterrado, ya que quedaría solo e indefenso ante su inminente destino.
También le dijo que su novia había entrado en trabajo de parto. Una grandiosa noticia justo antes de que se tuviera que ir, solo alcanzó a decirle a Esperanza, en su mente, «Gracias por todo«.
En ese momento solo pude pensar en la ironía que tenía ante mí, por un lado mi futuro hijo estaba esperando el turno para nacer, y en el mismo hospital, yo estaba esperando el mío para morir.
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Mi voz interior, que había fungido como guía en todo este proceso, intervino para decirme, «Apaga tus pensamientos y permítete sentir«. Eso me tranquilizó, me llevo a un lugar de quietud insospechado, pacífico y desconocido, donde pude sentir mi conexión con todo lo que me rodea, con el mundo y con los otros seres vivos, era como haber experimentado un sueño dentro de otro sueño, me sentía cansado pero con una sensación inusitada de plenitud y bienestar.
Somos parte de un todo, energía que se recicla una y otra vez, a través del tiempo, estamos hechos de partes que alguna vez integraron algo más totalmente diferente en forma pero no en esencia.
Cuando el cuerpo se desintegra, constituirá la materia prima que el universo utiliza para seguir con este ciclo de renovación sin fin.
Cada ser humano es especial, y vienen a regalarle al mundo su individualidad, a su manera buscan la felicidad mediante la libertad, compartiendo ideas, sentimientos y experiencias que nos nutren unos a otros como partes de un todo místico y excepcional.
Capítulo 11.
Sentí que me invadía una angustia inimaginable, no puedo expresar el nivel de desesperación que tenía, debía aceptar mi mala fortuna, pronto la enfermera que de un día para otro se convirtió en mi verdugo, bajaría uno a uno los interruptores, para que de a poco dejara este mundo.
Una profunda tristeza se apoderó de mi ser, en ese momento, y según me dice mi voz guía, mi tristeza se debía a que en mi existían sentimientos muy negativos, como el rencor y la culpa, era el momento perfecto para perdonar de corazón, y con un poco más de esfuerzo, perdonarme a mi mismo por ese pasado que apenas estaba comenzando a aceptar.
Hacer ese acto de misericordia en uno mismo es muy difícil, por eso tuve la idea de escribir, cartas a las personas importantes en mi vida, sobre cosas personales, cosas que debí haber dicho o hecho.
Carta a mis padres
Primero tomé valor y me atreví a escribirle a mis padres, en esas líneas les expresé todo lo que mi corazón sentía, no fue sino hasta el final de mi vida y después de verme cara a cara con la muerte, que comprendí muchas cosas acerca del comportamiento humano, que cada quien tiene creencias y actitudes adquiridas durante años, y que muchas veces no sabe como cambiar o le da miedo y prefiere permanecer inmóvil ante una esclavitud auto impuesta.
Mis padres tenían también su bagaje emocional, su historial de alegrías, tristezas y miedos, pero de una cosa estoy completamente seguro, ellos, siempre trataron de hacer lo correcto para todos.
Fue una falta de mi parte pensar que ellos tenían la culpa de las cosas que me sucedían, sin tomar responsabilidad de que solo eran las consecuencias de mis propios actos.
A pesar de todo lo que hice siempre estuvieron allí para mí, eso lo entiendo y en este momento lo valoro como nunca, ya que es muy difícil ver las cosas desde el punto de vista de los demás, era mucho más fácil tratar de cambiarlos a la fuerza, de manera conveniente para mí.
Al imaginar que les escribía una carta contándoles estas cosas, me sentí aliviado, esa carga tenía mucho tiempo arrastrándola, como un lastre muy pesado que me ahogaba y me hacía sentir miserable.
Carta a mi hijo
Siguiendo con el mismo objetivo, me preparé a imaginar como sería una carta para mi hijo, que aún estaba por nacer.A pesar de que estoy pasando uno de los momentos más difíciles en mi vida, me sorprendió la ilusión que causó en mi la noticia de que venías en camino, no sabes cuanto me emocionó saberlo!
Siento que aún sin conocerte te amo, y creo que representas la ilusión de que todos merecemos una nueva oportunidad de hacer las cosas mejor.
Tu eres un nuevo ser, y a pesar que provienes de mi, no lleves en ti la marca del estigma del comportamiento indebido que tuvo tu padre, cada quien es dueño de su vida y de sus propias decisiones, siempre se cumple aquello de lo que se siembra se cosecha, así que desde pequeño debes tomar responsabilidad de tus acciones, y no pierdas el tiempo en culpar a otros por tus propios errores.
Una de las cosas más importantes que puedo decirle a mi hijo es, que abra su corazón y no tenga miedo de sentir, de amar y de recibir el amor de los que le rodean.
Luego de esto, el joven siente la necesidad de escribir de manera imaginaria, una carta a su novia Laura.
Carta a Laura
En esta carta expresa que todavía lucha por quitarse de la cabeza esos pensamientos que se repiten sin que uno quiera pensar en ellos, como que de repente en un golpe de tristeza, uno piensa y fantasea, sobre ese pasado que pudo haber sido pero no fue, eso no es sano hacerlo, lo único que importa es el presente, lo que hacemos para construir un futuro mejor.
Hoy me doy cuenta de que perdí mucho tiempo paralizado por el miedo a lo incierto, al no tener el control de lo que pudiera suceder, eso me aterraba.
Muchas veces intenté cambiar a mi novia, pero no por hacerle daño, es solo que desde mi ignorancia, eso era lo que yo pensaba que necesitaba para ser feliz, sin tomar en cuenta tus sentimientos y pensamientos al respecto.
Ahora desde mi lecho de muerte veo las cosas de manera diferente, siento que desperdicié momentos únicos, solo por preferir quejarme y desde mi papel de víctima, culpe a todos por lo que era una consecuencia de mis actos.
Solo quiero disculparme, pedir perdón por mis errores, mi ignorancia y mis malas decisiones, que te afectaron a ti y a mi bebe, de forma permanente.
En estos meses que he estado inmóvil, he comprendido que la vida es un tesoro, que perdí mi tiempo con suposiciones irracionales, he sido irresponsable y mediocre; en este momento lo único que quisiera es poder tener más tiempo, de enmendar muchas cosas, de entregarte a ti y a mi bebé todo el amor que siento en mi corazón en este momento, estoy totalmente embriagado de amor y lo que me gustaría es poder abrazarte, decirte que todo estará bien, y estar a tu lado para cuidar y proteger a nuestra hermosa bebé.
Carta a mí mismo
Ahora falta sostener una de las conversaciones más difíciles, la más sincera y necesaria, para liberarme del todo del peso de la culpa, debo escribirme una carta a m mismo.
Quiero ante todo reconocerme como un amigo, de hecho quiero ser mi mejor amigo en este momento, ya que por todo el tiempo que estuve vivo, mi peor y único enemigo era yo mismo.
Muchas veces me aferré apenas al pasado, para poder tener el corazón lleno de sufrimiento y así tener excusas para comportarme como lo hacía, haciendo cada vez más grande el agujero en mi alma para poder llenarlo con los excesos de sustancias nocivas y peligrosas.
Recordé todos los celos, las dudas, el resentimiento, todos esos sentimientos negativos que emergían muchas veces de mi propia imaginación, porque es más fácil suponer lo peor para poder sacar todo el veneno que nosotros mismos acumulamos dentro, y del que echamos mano cada vez que nos conviene.
Pero hoy solo quiero perdonarme, mis acciones fueron producto de mis decisiones, lo reconozco, y me arrepiento de muchas cosas que hice, actué como juez y verdugo de mi propio destino. Como ser humano me equivoqué muchas veces, entiendo en este momento que yo era perfectamente capaz de cambiar mi realidad, limpiando mi corazón e integrando mis experiencias para mejorar mi vida, cosa que no hice.
Hoy me siento con el nivel de consciencia suficiente para decidir que ya no quiero seguir siendo un esclavo, una víctima sin voluntad la cual responde de acuerdo a la herida que se le lastime. Hoy me declaro libre, me perdono por todos mis errores, por no controlar mis pensamientos y sentimientos, hoy declaro que sanaron mis heridas, hoy me quiero y me acepto, tal como soy.
El practicar este ejercicio mental fue totalmente liberador, no obstante sabía que no las podía entregar a quien correspondía, pero el solo hecho de haber ordenado mis pensamientos para pedir perdón a las personas más importantes de mi vida, me sentí mejor.
Escuché a mi voz guía intervenir para decirme, que la decisión de dejar ir todo ese dolor es para cada uno de nosotros una acción que nos quita el revivir tormentos pasados, que te estancan y no te dejan avanzar.
Capítulo 12.
La macabra enfermera volvió, se quedó por unos segundos inmóvil, solo viéndome a los ojos, como buscando algún vestigio de vida, algo que la detuviera de lo que estaba a punto de hacer.
A mí, el tenerla cerca me causó repulsión, era tosca, fea, hacía ruido al respirar y además era un ser perverso que por codicia, era capaz de terminar con la vida de otro ser humano.
Mi voz guía me dijo: «La verdadera libertad radica en poder escoger entre lo que te conviene o lo que es mejor para todos, en esta opción si se considera de manera responsable, siempre se debe escoger lo que es mejor pero no solo para nosotros sino también para los que nos rodean.
En esta mujer, la enfermera, podemos ver que sus acciones son guiadas por la codicia, el bienestar propio basado en lo material, sin importarle los sentimientos de los involucrados, ya que desde su perspectiva, lo que hace no está «Tan mal».
Al acercarse y mirar directamente a los ojos al joven, significa que durante unos segundos al menos, trata de convencer a su consciencia de que lo que hace es para beneficiarse y tener una mejor vida y no por hacerte daño.
Por último, la enfermera me trato de tapar mis ojos, como para que no la viera que bajaba otro de los interruptores de la máquina que me mantenía con vida. Esta vez, me sentí mucho más débil, con dolor, hambriento, perdí el conocimiento y desmayé.
Capítulo 13.
Nació mi bebé!.
Tiempo después cuando desperté de mi desmayo, pude sentir las manos de mi hermana sobre mi rostro, suaves, calientes, llenas de amor. Me decía levántate, despierta!
Mientras ella trataba de traerme de vuelta, con la desesperación y la tristeza que le ahogaban la voz, miré rápidamente hacia la máquina de soporte vital y noté que otros dos interruptores habían sido movidos, mientras estaba inconsciente. De repente mi hermana me dice, ya rompiendo en llanto, que había nacido mi bebé, que era una niña, y que para mi sorpresa estaba aquí en la habitación!
Pude ver a mi hermosa bebita, su pequeño cuerpo, su cara, sus mejillas sonrosadas, note que sus ojitos aún estaban cerrados, era la imagen más sublime que pude haber visto jamás.
En ese precioso momento, entro la muerte vestida de enfermera, seguramente para bajar el último interruptor. Se conmocionó al ver a mi familia en el cuarto, supongo que veía que su plan estaba a punto de descubrirse.
Comenzó a levantar la voz y a empujar a todos fuera del cuarto, la atmósfera se tornó densa, ella extrañamente quería que todos se fueran del cuarto, pero mi familia no cedía, y yo estaba tan desesperado, tan ansioso, nunca pensé que se pudiera sentir ese nivel de impotencia, de angustia y desasosiego, quería con todo mi ser poder moverme, poder detener a la enfermera y quedarme con mi bebe.
De repente pasó algo inesperado, mi hermana gritó desde la puerta, «Se movió«!!!!. A lo que todos voltearon a verme y notaron que tenía mi brazo en alto, como para detener lo que sucedía a mi alrededor.
La enfermera huyó despavorida, en su carrera para salir del cuarto, se tropezó y derribó el suero que estaba al lado de la cama, ni siquiera se fijó en eso, solo quería huir, se sintió descubierta y estaba totalmente asustada de lo que le pudiera pasar.
Entre tanto mi familia, aún en estado de asombro llamaron al doctor, yo por mi parte, sentía que me ahogaba y en un máximo esfuerzo, intenté quitarme el tubo insertado en mi garganta. Casi de inmediato llegó el doctor que me había resucitado durante la primera crisis, y trato de calmarme, me ayudó y lentamente, retiró el tubo de mi garganta, por primera vez en mucho tiempo, pude tomar una bocanada de aire por mí mismo, y al fin pude cerrar mis ojos, pensé: Estoy vivo!
El doctor hizo que mi familia saliera, ellos estaban confundidos, esperanzados, ansiosos, en fin a la espera de un diagnóstico, salieron del cuarto para que el doctor continuara haciendo su trabajo.
Capítulo 14.
Desde ese momento mi condición fue avanzando, al día siguiente me quitaron el tubo que tenía en el estómago para alimentarme mientras estaba paralizado, luego estaba en una habitación para que mi cuerpo se recuperara lentamente.
Por cosas del destino, la enfermera que asignaron para mi cuidado era la misma que días atrás quería hacer negocio con mis riñones, cuando entró al cuarto me saludo sin mirarme, me dijo que si necesitaba algo solo tenía que llamarla, que ella se aseguraría de que yo tuviera la mejor atención posible.
Rápidamente me dio la medicina que me tocaba y se despidió, se le notaba nerviosa, yo le dí las gracias por atenderme, y antes que saliera del cuarto le pregunté, que había sucedido con la mujer que necesitaba mis riñones. La vi palidecer, sus ojos delataban un asombro difícil de ocultar, como pudo mantuvo la compostura y me dijo que la mujer había encontrado un donante, alguien que había muerto el día que yo había despertado.
Luego de eso, salió de la habitación para no volver jamás, ella y su cómplice el doctor, se fueron del hospital sin dejar rastro, supongo que los impulsó el miedo de que yo los delatara.
Después de esto viví uno de los encuentros más emotivos que puede experimentar un ser humano, pude abrazar y besar a mis padres después de haber enfrentado la muerte en vida, estuvimos unidos en un abrazo de amor, llorando un buen rato, sintiendo en carne propia lo que era un verdadero milagro.
Les dije a todos, cuando tuve oportunidad, que mi regreso a la vida se los debía a ellos, al amor que me habían transmitido durante aquellos días en los que estuve postrado en una cama, sin poder moverme, solo escuchando y siendo un mudo espectador de mi propia existencia. Sobre todo se lo quería hacer entender a Laura, quién acababa de llegar a mi cuarto para que viera a nuestra bebé.
Las ganas de conocer a nuestra hija, de abrazarla, de hablarle y cuidarla, fue lo que me mantuvo luchando para poder volver a estar vivo. Ese pequeño ser que comenzaba a vivir es el tesoro más preciado que puedo tener, es la manifestación misma del amor, en cada célula, en cada centímetro de su pequeño cuerpo, solo hay amor y vida.
Me sentía el hombre más afortunado del mundo, quería recuperarme del todo para hacerme cargo de mi familia, compartir con mis hermanos, ser el apoyo de mis padres, y sobre todo aplicar lo que aprendí en esas meditaciones sin fin que tuve el tiempo que duró mi incapacidad.
Con estos pensamientos, de pronto recordé a mi voz guía, la que me aclaró el panorama y me tranquilizó cuando todo parecía perdido, sentí un poco de nostalgia porque pensé que ya no la escucharía más, pero en ese justo momento me dijo: «Soy parte de ti, siempre que necesites y quieras escucharme aquí estaré para ti«.
Capítulo 15.
Pasé dos semanas en recuperación en mi habitación del hospital, recibí muchas visitas, incluyendo las de doctores a los cuales les intrigaba mi caso. Poco a poco, iba recordando momentos y pensamientos que había tenido durante ese periodo de parálisis total, y me pregunté por la enfermera que me había cuidado desde el principio, llamada Esperanza, todavía rememoraba sus dulces palabras de aliento que me reconfortaron cuando estaba muy confundido y enojado por lo que había sucedido.
Cual fue mi sorpresa cuando me informaron que en ese hospital nunca había trabajado nadie con ese nombre, y ninguno de mis familiares recordaba haber visto a alguien con esa descripción.
A veces pienso que esto es una manifestación de que en realidad quería vivir, y la vida me ofreció un aliento de esperanza, (en traje de enfermera), que me consoló en los momentos de mayor desesperación y confusión, donde me sentía tan iracundo, tan ciego, tan desvalido y olvidado por Dios, que solo quería que la muerte me llevara para terminar así con mi sufrimiento.
Ahora es todo tan diferente, me siento como en un renacer, como si esta fuera una segunda oportunidad que debo vivir al máximo, con la convicción de ser mejor persona cada día, y ayudar a otras personas a que despierten también de su letargo existencial y vivan a plenitud.
Luego de esto tuve que pasar meses en la terapia física, tanto tiempo sin moverme había dejado secuelas fuertes en mi cuerpo, a pesar del tiempo y la dedicación que puse para recuperarme, tengo dificultad para caminar, y movimientos limitados, sobre todo en las extremidades superiores.
Pero nada de eso me afecta, me siento completamente feliz!. Un hombre íntegro y bendecido, con una hermosa familia y el cual al fin ha podido encontrar la paz que tanto buscó antes en las fuentes equivocadas, ahora lo veo tan claro como el agua, tan real como el aire que puedo respirar.
Tengo el tesoro más grande que puede tener un ser humano, la vida y la sensación de bienestar que produce el poder estar consiente de mis acciones y pensamientos, los cuales me motivan a ser cada día una mejor persona, e involucrar en mi felicidad a todos los que me rodean.
Por eso tomé la determinación de escribir sobre la tremenda experiencia que me tocó vivir, sentí que debía exponer todas las enseñanzas que me dejó ese tiempo en coma, todas esas reflexiones que me hicieron comprender que no podemos pasarnos la vida siendo esclavos, de nada, ni de nadie.
Es por esa razón que ahora estas leyendo estas palabras, las cuales sinceramente espero que te sirvan de orientación, te despierten y comiences a escuchar esa voz interior, que todos tenemos, que nos ayuda a meditar y tomar decisiones de manera consciente y sin lastimar a ninguna persona, ni siquiera a nosotros mismos.
Te invito a pensar sobre la respuesta a esta pregunta: ¿No es tiempo ya de soltar esa carga que no te deja avanzar?
Deja los miedos, toma el control de tu vida, de tus actos y toma responsabilidad por tu presente, sin sentirte paralizado por el pasado, regodeándote en el dolor de heridas que hace mucho deberían haber sanado, tampoco te sientas intimidado por el futuro, solo piensa que no podemos controlar todo lo que sucede, pero lo que sí podemos dominar es nuestra reacción a las cosas que suceden.
Una de las cosas que debes poner en práctica es el demostrar el amor, el respeto y la empatía hacia los seres que son tus compañeros de vida, en todo momento deja que sea este noble sentimiento de amor y gratitud el que te guíe para comprender a los demás y tratar de ver las situaciones que se te presentan desde una perspectiva diferente.
Un último consejo que puedo darte es que disfrutes la vida, sin llenarte de resentimiento, ni de frustración, pues este sentimiento es producto de querer cambiar a los demás para que hagan las cosas de la manera como nosotros pensamos que deben ser.
Es precisamente este comportamiento mezquino el que no te deja ver las cosas como en realidad son, se pierde tiempo y energía analizando a los demás para hacerles ver sus errores, basta con que veas tus propios errores, y comiences a hacer un cambio a partir de allí.
Una persona no necesita ser controlada, ya que todos somos seres pensantes y sentimos la necesidad de ser felices y estar tranquilos, y es en busca de esa felicidad que hacemos cosas bajo suposiciones erradas o dándole rienda suelta a nuestro deseo de tener más que lo que otros tienen, lo que nos hace caer en el egoísmo y la crueldad para con nuestros semejantes.
La vida no comienza a pasar cuando tus planes se cumplen y tu crees que puedes avanzar, ciertamente te digo que la vida está transcurriendo en este preciso instante, tengas traumas, heridas, dramas personales u otras cosas con las cuales lidiar, simplemente el tiempo, en tu presente no es sano estar perdiendo tiempo recordando historias pasadas de relaciones fallidas o cosas tristes que una y otra vez nos hacen revivir momentos amargos.
Solo debemos aceptar que lo que nos pasa es el reflejo de nuestras acciones, lo que dimos lo recibimos de vuelta, y si no nos gusta la cosecha, pues no pierdas tu tiempo en lamentaciones y poses de víctima, toma las enseñanzas que te deje, perdona a los que sea necesario perdonar, incluyéndote a ti mismo, y sigue avanzando!.
Despierta! En este momento ocurren milagros continuos dentro de ti, tu corazón bombeando sangre a todos los órganos de tu cuerpo, tus pulmones llevando el vital oxígeno a cada célula en tu ser, y ahora mismo que estas leyendo estas palabras y tratando de buscarles el sentido dentro de tu propia vida.
No es bueno hacer las cosas por costumbre, no es posible que muchas personas se habitúen a vivir una vida de insatisfacciones, lidiando todos los días con la misma negatividad, luchando con el hábito de estar molesto, de discutir por tonterías, de preocuparse por todo, sintiendo miedo y angustia todo el tiempo.
Estamos vivos, así debemos sentirlo, desde lo más profundo del ser, y creerlo en serio, para que esta creencia nos de la motivación suficiente como para transformar nuestra realidad y contribuir al bienestar de otros, sin esperar nada a cambio.
Ya es un hecho que durante nuestra existencia debemos enfrentar situaciones difíciles, confusas, en las que nos vemos obligados por las circunstancias a mostrar toda nuestra entereza y fuerza de voluntad, pero son estas situaciones, precisamente las que nos dejan la experiencia necesaria y las que nos presentan la oportunidad de elegir como reaccionar en base a nuestro nivel de consciencia.
Nadie es perfecto, nuestras acciones son motivadas por las vivencias y las creencias que tenemos, de la misma manera que nos sentimos y tratamos a los demás, eso es lo que tendremos de vuelta.
Todos somos diferentes y tenemos la facultad de dominar nuestro mundo interior, tomar nuestras debilidades y fortalezas, para transformarlas en algo único y hermoso, especial, que proviene del amor que nos tenemos y del que profesamos a nuestros semejantes.
Acerca del autor
El autor de el libro «El Esclavo» de Anand Dílvar, tiene por nombre real Francisco Javier Ángel Real, y utiliza ese pseudónimo para sus obras de literatura.
A pesar de tener nacionalidad mexicana, hizo un cambio total de su vida incluyendo su identidad, manera de expresarse y de actuar, cuando en su búsqueda espiritual, se convirtió a las enseñanzas de OSHO, en la India.
Desde el año 2003 estas creencias de vida transformaron sus criterios y comenzó a escribir sobre reflexiones para ayudar a las demás personas a encontrarse a sí mismos y lograr «despertar» de la esclavitud causada por el conformismo y la inacción.
Durante toda su vida, se identificó como una persona apacible, un padre amoroso y un excelente amigo, leal y sincero, un hombre al que desde siempre le gustó disfrutar de viajar, de conocer, de ampliar sus horizontes y experimentar de primera mano la novedad de otras culturas y corrientes de pensamientos distintas a la suya.
Por lo general se tomaba el tiempo de observar el comportamiento humano y de analizarlo para lograr establecer una relación entre las acciones de las personas y las creencias que profesan, esto lo hizo querer desarrollar sus conocimientos y su capacidad como escritor, para dejar plasmadas en sus obras el legado de vivencias que pudo obtener durante toda su vida.
En su trabajo literario se ve reflejada una novedosa visión de vida, en la cual es sumamente importante y totalmente necesario estructurar tu existencia desde el amor incondicional, primero hacia uno mismo, y luego expandirlo hacia el entorno, poco a poco y de manera continua, hasta que logremos estar en un círculo de bienestar, donde podamos entregar y recibir amor.
Según este autor, el camino hacia la superación personal es a través del crecimiento espiritual, donde se debe tratar de lograr hacer una observación de adentro hacia afuera, definir y analizar que no motiva, las cosas que nos obsesionan, y lo que de cierta manera nos domina, con el yugo implacable de la esclavitud que muchas veces es auto impuesta.
Las personas tienen la capacidad de desarrollar su potencial humano, el que está dormido dentro de cada uno de nosotros y que cuando logra ponerse en movimiento es como un motor que pone en marcha a todos los que de alguna u otra manera nos acompañan en este proceso de vida.
Anand Dílvar es una persona que fielmente cree que la prioridad en la vida es centrarse en lograr escucharse, lo que se quiere realmente y obtener dentro de sí mismo las herramientas para llegar a tener el control suficiente para que no seas dominado por cosas tan banales como la acumulación de bienes materiales, la pereza, la indolencia, la ignorancia y la indiferencia.
La realización personal no tiene necesariamente que estar basada en creer que para que tu te sientas bien contigo mismo las personas deben hacer lo que según tu manera de ver es lo correcto, cada quien es un ser humano diferente con un punto de vista distinto, por eso al actuar debemos respetar y ponernos en el lugar de los demás, para entender su motivo y aprender de la experiencia.
El autor Francisco Javier Ángel Real, ha participado en numerosas investigaciones sobre la psicomagia, con el reconocido Alejandro Jodorowsky, y en el año 2001 comienza un viaje de tipo espiritual con su Gurú personal para ahondar un poco más sobre su misión de vida.
Frases del libro «El Esclavo» de Anand Dílvar
Te presentamos algunas enseñanzas que nos dejan las frases del libro de Francisco Javier Ángel, las cuales fueron escritas con el propósito de ayudar al lector como una guía en su viaje hacia el crecimiento interior.
- Tus sentimientos provienen de tus pensamientos, si piensas algo triste, te pones triste, si recuerdas un evento que te hace sentir enojo, te hará comenzar a pensar en que hacer para sacarte la ira y la frustración.
- No se tiene el control de lo que te pasa, pero tienes el control sobre tu mente, tu eres quien decide como reaccionar de acuerdo a las situaciones que vives.
- Yo me sentía esclavo, en el fondo sabía que podía romper mis ataduras, pero por comodidad o miedo, dejé que me manipularan y eligieran por mi, para no tener que tomar responsabilidad por mis propios actos.
- Desde pequeños aprendemos de nuestros padres los comportamientos y creencias que ellos consideran correctas, esos son los primeros hilos que poco a poco se van convirtiendo con el paso del tiempo en las fuertes ataduras que de adultos todos tenemos.
- Las personas debemos aceptar que la responsabilidad en nuestra vida comienza desde lo que pensamos y sentimos, hasta lo que hacemos y cómo lo llegamos a conseguir.
- Cada decisión que tomamos moldea nuestro futuro, si nos tomamos un momento para entender el alcance de cada cosa que hacemos, veremos la responsabilidad que tenemos, ya que como no somos seres perfectos, nos podemos equivocar, lo importante es lo que hacemos cuando eso sucede.
- Es importante el amor propio, es bueno quererse y desde ese amor, le podemos dar cariño y respeto a los que nos rodean.
- El amor que no expreses hoy, no lo darás jamás, cada momento es único y especial, por eso no debemos perder el tiempo en rencores o en miedos que nos impiden dar amor, ya que mientras más amor damos, mas recibimos de vuelta.
- En la vida encontraremos que nos toca vivir momentos difíciles, no podemos quedarnos desde el miedo, inmóviles, solo esperando que alguien más haga lo que te toca hacer a ti.
- El ser humano tiene todo lo que necesita para ser feliz, debemos saber observar y ser agradecidos por lo que tenemos en vez de sentarnos como si fuéramos paralíticos, incapaces de movernos hacia adelante y mejorar la situación que nos ha tocado enfrentar.
- Debemos tomar la decisión consciente de no seguir siendo controlados por el pasado, es eso precisamente lo que nos hace esclavos, lo que nos quita la posibilidad de tener opciones, ya que de manera aparente y para nuestra desgracia, estamos marcados por un destino implacable, nada más lejos de la realidad!.
- Si se piensa bien, puedes razonarlo y aplicar la lógica; no te has preguntado ¿como se sienten las personas a las que el miedo a la pobreza las mantiene acumulando bienes materiales durante toda su vida?, la respuesta es clara, infelices y frustrados, así se sienten.
- ¿Realmente vale la pena vivir en la avaricia? No, vale la pena. El estar constantemente actuando para cumplir con el objetivo de tener posesiones, muchas veces va en contra de las relaciones personales que se puedan tener, tanto tiempo y esfuerzo por amasar fama y fortuna, para que, al final de la vida, no tengas a nadie con quien compartirlo.
- Tampoco podemos dejarnos a la deriva, como quien se queda inmóvil, solo para que la corriente lo lleve, y ver que consigue sin esfuerzo, todo por el miedo a tomar riesgos, la cobardía muchas veces impide que tomemos las decisiones pertinentes para encargarnos de las riendas de nuestra propia vida.
- La aceptación a lo que uno es como persona, es importante, ya que es la base para poder aceptar a los demás como son, en ningún momento aceptación significa sumisión, aceptación es decidir de manera consiente cual va a ser nuestra reacción a las cosas que los otros hacen, sin tomarlo de manera personal, y sin engancharse en sentimientos negativos.
- Cada día es un regalo, debemos valorar la vida y tratar de llevar en armonía las relaciones con el entorno, la ira y la culpa terminan por desgastar las personas, no se puede vivir en una lucha constante.
- La vida no es lo que sucede cuando tus planes se cumplen, el tiempo pasa incesante, es un error pensar que todo va a quedarse detenido mientras tu cumples tus metas, ya este preciso instante no es el mismo, procura disfrutar de cada segundo que te regala la vida.
- Tenemos los días contados, en cualquier momento puedes dejar tu existencia, con esta afirmación en mente, reflexiona, despierta y vive, a tu máxima capacidad, respira y agradece todas las bendiciones con las que cuentas, el solo hecho de estar vivo ya es un milagro.
- Muchas veces sufrimos de manera innecesaria, por arrogancia, la forma en que entendemos el amor es un poco egoísta, la persona de la cual nos enamoramos debe asumir un rol sumiso, debe querernos y aceptarnos como somos, porque así es como debe ser, y no es cierto, si queremos aceptación debemos también tener la capacidad de aceptar al otro tal y como es.
- El amor verdadero, no exige, no trata de dominar, no quiere cambiar a los demás, en fin, es un sentimiento puro que transforma todo lo negativo en positivo, para que el ciclo se complete y el amor que das vuelva a ti, y se integre de nuevo a tu ser.
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